La Bolsa renquea de nuevo, mientras crecen los costes de financiación del Tesoro

Las Bolsas de Wall Street se mueven entre dos aguas esta tarde. Aguantan el tipo mal que bien a pesar de que las cifras semanales de paro en Estados Unidos siguen siendo demoledoras. La semana pasada 5,2 millones de personas solicitaron en aquél país el subsidio por desempleo. Los bolsistas se agarran a aquello de que “podría haber sido peor” porque los peores augurios pronosticaban hasta 5,5 millones. 

En cuatro semanas la cifra alcanza ya los 22 millones de personas, que es el equivalente a todo el empleo que ha creado Estados Unidos en los últimos diez años. Los inversores neoyorquinos, además, se permiten el lujo de pasar casi de puntillas sobre los malos resultados trimestrales que se están conociendo. El beneficio de Morgan Stanley se ha reducido un 32 por ciento en el primer trimestre, hasta 1.462 millones de dólares. 

Tampoco han sido tranquilizadoras las cifras que ha publicado Bank of New York Mellon. Ayer defraudaron JP Morgan, Goldman Sachs y Wells Fargo.La Reserva Federal ha tomado nota de todas estas pésimas referencias. En su informe mensual conocido como “Libro Beige”, ha constatado lo que ya todos sabían, que la economía estadounidense ha entrado en el mes de abril en una severa fase de recesión.

A este lado del charco, la producción industrial de la zona euro se ha contraído una décima en el mes de febrero, con una caída en tasa anual del 1,9 por ciento. El enero se había contraído un 1,7 por ciento. Dentro de casa, el índice de confianza empresarial que elabora el INE ha caído un 27 por ciento. Es su peor lectura de los últimos siete años. Se desploman por tanto las expectativas de los empresarios españoles de cara al segundo trimestre del año. Por su parte, la presidenta del  Banco Central Europeo, Christine Lagarde,  ha vuelto a advertir sobre la gran recesión económica que va a sufrir la zona euro. Ha añadido que el BCE está preparado para aumentar el tamaño de sus programas de compras de activos todo lo que sea necesario.

El índice Ibex 35 ha sido hoy el más débil de entre todas las plazas europeas. Ha cerrado en 6.763 puntos, con un recorte del 1,11 por ciento. Más de un 5 por ciento ha perdido hoy Inditex,  que cierra el día a 24,47 euros. Este año sus títulos se han movido entre los 32 euros de mediados de febrero y los 18 de mediados de marzo. 

Muy débiles también los bancos. El Santander ha cerrado por debajo de dos euros. Hace un año cotizaba a 4,5 euros. El Sabadell busca apoyo en los 40 céntimos, cuando en el pasado mes de diciembre supera el euro por acción. Meliá Hoteles lucha para no perder los cuatro euros por título, que es menos de la mitad del precio que tenía en abril del año pasado.  La aerolínea IAG pierde la referencia de los 2,5 euros. en enero superaba los 8 euros. Hoy han aguantado tan solo puñado de valores, entre ellos, Cellnex, Aena y las eléctricas.

En el mercado de deuda pública, la prima de riesgo se mantiene en 130 puntos básicos con el rendimiento del bono a diez años hasta el 0,81 por ciento. El Tesoro ha colocado hoy 6.540 millones de euros en deuda con vencimiento a medio y largo plazo. Ha captado incluso algo más de lo que esperaba. La tesorería pública ha tenido que asumir un importante aumento en su coste de financiación. El rendimiento de los bonos a tres años, por ejemplo, ha pasado del 0,107 al 0,266 por ciento. La rentabilidad de las obligaciones a quince años ha subido hasta el 1,193 por ciento, desde el 0,859 anterior. El rendimiento de los bonos con vencimiento a cinco años ha aumentado del 0,276 al 0,411 por ciento.

También en la subasta de letras del pasado martes el Tesoro tuvo que asumir mayores costes. De hecho, por primera vez desde 2016, ha dejado de cobrar a  los inversores que colocan su dinero al plazo de un año. Su rendimiento ha pasado del menos 0,497 por ciento hasta el 0,079. El Tesoro está aumentando el ritmo de captación de recursos ante la mayor necesidad de financiación que exigen las políticas sociales y sanitarias como consecuencia de la crisis provocada por el coronavirus.  Según las primeras estimaciones, el Tesoro realizará una emisión neta este año de cerca de 100.000 millones de euros, casi el triple de lo que preveía inicialmente antes de la pandemia.