Los mercados digieren bien la intensa batería de indicadores económicos en Europa y Estados Unidos

La economía de Estados Unidos creó el mes pasado 130.000 empleos no agrícolas, cuando el mercado esperaba 160.000. La tasa de paro se mantiene en niveles mínimos de los últimos cincuenta años, en el 3,7 por ciento.  Estas cifras no exigen una rápida actuación por parte de la Reserva Federal. Sin embargo, el presidente Trump ha vuelto a presionar duramente al banco central estadounidense, vía tuit, para que reduzca de forma agresiva el precio del dinero. Los mercados creen que Trump ganará el pulso y esperan un recorte de tipos “preventivo” por parte de la Reserva, cuya próxima reunión se realizará el día 18.

A este lado del charco, los datos de PIB confirman el frenazo de la actividad en Europa. El Viejo Continente se ralentiza. La economía de la eurozona creció dos décimas en el segundo trimestre, la mitad que en el primero. La tasa interanual es del 1,2 por ciento, frente a una lectura anterior del 1,3. La mala noticia es que Alemania ha mostrado crecimiento negativo. El PIB alemán se ha contraído un 0,1 por ciento, cuando había crecido 4 décimas en el trimestre anterior. Italia se ha estancado y Francia sigue “tirando”, mientras España crece más que la media, con una tasa de medio punto, pero se frena frente al crecimiento de siete décimas del primer trimestre. 

El gran reto para Europa, por tanto, es que mejore la situación económica en Alemania y que vuelva a actuar como locomotora de Europa, en lugar del lastre en el que se ha convertido actualmente. Los más optimistas consideran que ello es factible siempre que Estados Unidos y China alcancen acuerdos y que mejore el comercio internacional. De momento, además del PIB, hoy se ha conocido que los pedidos a fábricas en Alemania se han reducido un 2,7 por ciento en el mes de junio, con una caída del 5,6 por ciento en términos interanuales. Además, el índice PMI del sector construcción se ha reducido en aquel país de 49,5 a 46,3, lo que remacha la impresión de que Alemania pierde fuelle.

Tampoco Italia consigue remontar el vuelo con solidez, aunque los analistas creen que la mayor estabilidad política tras la formación de gobierno favorecerá una mejora da la actividad económica. De momento hoy se ha conocido que las ventas al por menor en Italia se han contraído medio punto. Es un dato peor de lo que se esperaba y que contrasta con la subida del 1,9 por ciento contabilizada un mes antes.

Hoy la Bolsa se ha tomado un respiro después de la fuerte subida del 1,5 por ciento de ayer. Ha mejorado la situación en los mercados. Los inversores que agradecen la menor crispación internacional.  Estados Unidos y China retomarán en octubre las negociaciones comerciales y  se han reducido las probabilidades de un  Brexit duro en el Reino Unido.   Así las cosas, el índice Ibex 35 ha bajado apenas un 0,03 por ciento, hasta 8.990 puntos. La semana bursátil se salda con una ganancia del 2 por ciento. En lo que va de año acumula una revalorización del 5,3 por ciento. Hoy han subido Indra, Cellex y Telefónica, mientras los bancos, Repsol y las eléctricas han dado un pequeño paso atrás. 

Ahora los inversores dirigen su mirada hacia el consejo del BCE. Será el próximo jueves. Se espera que anuncie nuevas medidas de estímulo económico. Seguramente pondrá sobre la mesa un nuevo programa de compra de bonos. No se descarta que baje el precio del dinero, que actualmente está en el cero por ciento. Lo podría dejar por tanto en negativo. Se habla del menos 0,2 por ciento. También podría modificar el tipo de depósito, que se encuentra en el 0,40 por ciento. Es la penalización que deben pagar las entidades financieras por dejar aparcados sus excedentes de liquidez en el BCE.  Podría escalonarlo para reducir el impacto negativo que tiene sobre el sector financiero.