La Bolsa vuelve a darse de bruces con los 9.000 puntos, mientras el petróleo sigue disparado
El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.936 puntos con una pérdida del 0,68 por ciento
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El petróleo ha doblado su precio en menos de doce meses. El barril de crudo tipo Brent del Mar del Norte se codea ya con los 86 dólares. El de Estados Unidos, el West Texas, se acerca a los 83 dólares, un nivel que no se veía desde hace siete años. Ha crecido la demanda de petróleo como alternativa al gas natural, una materia prima que también se ha disparado en las últimas semanas y meses. El Departamento de Energía de Estados Unidos ha asegurado que por el momento no tiene planes de sacar al mercado sus reservas estratégicas de carburantes para reducir la escalada de precios. Además, la llegada del invierno al hemisferio Norte provocará un aumento de la demanda, lo que garantiza nuevas subidas de precio. Los analistas no descartan verlo a medio plazo en 90 o incluso en 100 dólares.
La subida del petróleo provoca ya, -y provocará en el futuro-, un incremento de la inflación y lastrará el crecimiento económico. La próxima reunión de la OPEP está prevista para el 4 de noviembre. En la última los países exportadores integrados en este cártel y sus socios decidieron continuar con su plan de aumentar la producción cada mes en 400.000 barriles diarios hasta la próxima primavera. Pero han descartado de momento incrementar esta cifra, como le han pedido, casi rogado, países como Estados Unidos. Se mantendrá por tanto el desequilibrio entre la oferta y la creciente demanda con la consiguiente presión alcista sobre los precios. El Banco de Inglaterra ha dejado claro que subirá pronto el precio del dinero. El BCE y la Reserva Federal no tardarán mucho en seguir sus pasos.
No han gustado las cifras de producción industrial que se han conocido esta tarde en Estados Unidos. De hecho se ha contraído siete décimas en septiembre, cuando se esperaba una ligera mejora. Además, se han revisado a la baja los datos del mes anterior. Los problemas en la cadena de suministro de semiconductores y otros componentes y los caros precios de la energía justifican este mal comportamiento.
Los inversores han puesto mala cara, porque el deterioro de la actividad fabril en EEUU coincide con nuevos síntomas de enfriamiento en la recuperación de la economía de China. Ha defraudado sobre todo el PIB, que ha crecido un 4,9 por ciento en el tercer trimestre, frente al 5,2 que esperaban los analistas y frente al 7,9 del trimestre anterior. Además, la producción industrial se ha quedado también por debajo de las previsiones en aquél país, con una lectura del 3,1 por ciento. Solo las ventas al por menor han sido algo mejores de lo que se esperaba. Han crecido un 4,4 por ciento.
El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.936 puntos con una pérdida del 0,68 por ciento. Los vértigos surgen con facilidad desde hace algunas sesiones en cuanto la Bolsa mira hacia los 9.000 puntos. Ese es hoy por hoy el listón a batir, antes de que el mercado pueda optar siquiera a pensar en nuevas subidas. Hoy han cerrado con ganancias pocos valores. Entre ellos, BBVA, Inditex y las empresas acereras. Las mayores caídas han correspondido a la aerolínea hispano británica IAG, a Siemens Gamesa y a Bankinter. Este banco publicará resultados trimestrales el jueves.
En el mercado de las criptodivisas el Bitcoin sigue disparado, quizá disparatado. Ha tocado los 62.500 dólares y ahí se ha frenado, al menos por el momento. Está a tiro de piedra de los 64.500 dólares que alcanzó antes del verano.