La Bolsa vuelve a sumirse en el desaliento, mientras se encarece la financiación de la deuda pública
El índice Ibex 35 cierra el jueves en 7.511 puntos, con una pérdida del 0,91 por ciento
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Hoy la Bolsa ha vivido un quiero y no puedo. Ha amagado con un intento de reacción, que no ha cuajado. Pesan demasiado el debilitamiento de la actividad económica, la elevada inflación y las subidas de tipos de interés. Como trasfondo, la guerra en Ucrania y el aumento de la tensión geoestratégica en el mar de Japón a cuenta de los misiles balísticos que ha lanzado Corea del Norte. Son plomo en las alas de los mercados. El índice Ibex 35 cierra el jueves en 7.511 puntos, con una pérdida del 0,91 por ciento. En los mejores momentos del día ha llegado a superar los 7.600. Hoy solo han subido algunos valores sueltos, como Inmobiliaria Colonial, Grifols o PharmaMar.
Los inversores vuelven a preocuparse. Según las actas de la última reunión del último consejo del Banco Central Europeo, el gran peligro se encuentra en que la inflación se mantenga demasiado alta durante un periodo demasiado prolongado. El 8 de septiembre el BCE subió el precio del dinero en tres cuartos de punto, hasta el 1,25 por ciento y dejó abierta la puerta de par en par a nuevos endurecimientos de su política monetaria. Además, el BCE rebajó sus previsiones de crecimiento económico. Espera un 3,1 por ciento en este año, un 0,9 el año que viene y un 1,9 en 2024. Y ha incrementado sus proyecciones para la inflación. Cree que el promedio en este año en curso será del 8,1 por ciento, para bajar al 5,5 en 2023 y al 2,3 en el año siguiente.
Hoy los analistas de BBVA Research se han sumado a la larga lista de entidades que han rebajado sus previsiones de crecimiento, como el Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal. BBVA ha bajado el listón del PIB el año próximo desde el 1,8 al 1 por ciento. Considera que la actividad ya se ha estancado en España y que permanecerá así hasta la primavera. Los expertos del banco vasco creen que la actividad se contraerá tres décimas en el cuarto trimestre de este año y otras tres décimas en el primer cuarto de 2023. Entraría, por tanto, en recesión técnica.
Hoy las referencias han sido agridulces. Ha sorprendido favorablemente el aumento de la producción industrial en España. En el mes de agosto ha mejorado un 5,8 por ciento y suma ya cuatro meses consecutivos al alza. Por el contrario, los pedidos a fábricas en Alemania se han contraído un 2,4 por ciento en agosto, frente al aumento del 1,9 por ciento contabilizado el mes anterior. Las ventas al por menor en Estados Unidos se han contraído tres décimas.
El Tesoro español ha resuelto hoy su segunda subasta de deuda de la semana. Ha colocado bonos y obligaciones con vencimiento a 6, 10 y 28 años, además de títulos a 8 años ligados a la inflación. Ha captado 5.407 millones de euros. La demanda ha sido fuerte, pero la tesorería pública ha tenido que asumir tipos de interés más altos. El rendimiento del papel a diez años ha aumentado del 2,822 al 3,235 por ciento, que es su nivel más alto desde comienzos de 2014. Los títulos a mayor plazo han salido con una rentabilidad del 3,578 por ciento.
En los últimos meses se ha incrementado progresivamente la rentabilidad de todos los títulos públicos. Se ha encarecido por tanto la financiación de la deuda. El pasado martes ingresó 4.280 millones de euros en la subasta de letras a seis y doce meses. La rentabilidad en ambos vencimientos se ha colocado en su nivel más alto de los últimos diez años. Las letras a seis meses han salido con un rendimiento del 1,559 por ciento, mientras que a doce meses el rendimiento alcanza ya el 1,98 por ciento.