Bombas de calor: la tecnología que reducirá tu factura energética más de un 14%

Las instituciones europeas reformaron el 14 de marzo la directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios, mirando hacia la renovación y la rehabilitación de viviendas y la eliminación de todas las formas de calefacción que requieran de combustibles fósiles. La reforma de la norma obliga a los edificios de la Unión Europea eliminar las calderas de gas y diésel para 2035.

Una de las alternativas existentes son las bombas de calor. Un sistema de calefacción que permite generar energía capturando calor del exterior de la vivienda y enviándolo al interior. Dependiendo de donde obtenga la energía hay tres tipos: hidrotermía, obteniéndola del agua; geotermía, si se extrae de la tierra; y aerotermia, si se consigue del aire.

La instalación de esta tecnología blinda a los consumidores frente a futuras subidas de los precios de la energía. Y podría reducir la factura energética más de un 14%. En COPE hemos hablado con Carmen López Ocón, Jefa del Área Hidroeléctrica, Geotermia y Energía del Ambiente, del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), quien ha explicado que “el ahorro frente al sistema tradicional va desde el 60 hasta el 80% del consumo energético, dependiendo de si se compara con una caldera de gas o de gasóleo”.

Su instalación cuesta el doble que el de una calefacción convencional. “En el caso de una aerotérmica estaríamos entre unos 7 mil y unos 10 mil euros. Mientras que la instalación de una geotérmica ascendería a los 20 mil euros”, cuenta la experta del IDAE. “El tiempo máximo de amortización, que corresponde al de una vivienda residencial donde se tiene que hacer una instalación completa, es de unos 8 años”, añade.

Si se complementa con otra tecnología renovable, como son las placas fotovoltaicas, se puede llegar a ahorrar el 100% del consumo energético.

¿Qué ventajas y desventajas tiene?

“Las bomba de calor, ahora mismo, es la tecnología más eficiente del mercado. Por cada Kwh de la electricidad que consume es capaz de darnos entre 4 y 5 Kwh térmicos”, explica López Ocón. Además, nos permite reducir la dependencia respecto a los combustibles fósiles. “También es muy respetuosa con el medioambiente, porque no emite CO2 ni residuos; es muy versátil ya que se puede adaptar a cualquier tipo de edificio; y la calidad del aire interior es muy buena”, añade La Jefa del Área Hidroeléctrica, Geotermia y Energía del Ambiente del IDAE.

Algo que suele echar para atrás la instalación de este tipo de sistema, además de su coste de instalación, es la rehabilitación de las viviendas. “En muchos casos no va a valer la distribución interior y los radiadores que tienes, entonces se va a tener que hacer una obra superior”, explica Carmen López Ocón. Otra desventaja sería el aumento de la potencia contratada, aunque el consumo va ser inferior.

La Unión Europea ya ha puesto en marcha un plan de acción con el que se pretende duplicar la tasa de despliegue de bombas de calor y distintas medidas para integrar la energía geotérmica y solar térmica en los sistemas de calefacción urbana y comunitaria.