Cómo dejar de ser un parado de larga duración y salir del círculo vicioso

Casi la mitad de los desempleados en nuestro país, lleva más de un año buscando empleo. Son los parados de larga duración que suman ya, 1.800.000 personas

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Sefi García

Publicado el - Actualizado

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Casi la mitad de los desempleados en nuestro país, llevan más de un año buscando empleo. Son los “parados de larga duración” que suman ya, según los últimos datos de la EPA 1.800.000 personas. La situación sanitaria ha disparado las cifras: sumó 600.000 parados más a esta dolorosa estadística, y ha disipado la esperanza de muchos.

Son las cifras oficiales, las que cuentan a los que están apuntados en el “paro”. Pero la realidad es mucho peor: las cifras ocultas de aquellos trabajadores que tienen un empleo precario, una jornada reducida no deseada o incluso que han dejado de intentarlo y están fuera del sistema, generalmente por hastío . En esa circunstancia estuvo durante 4 años Mamen, de 44 años madre de tres hijos, abuela, y con su marido también en el paro. La crisis anterior les arrasó. “Yo he trabajado toda la vida, empecé con 16 años -cuenta a COPE- La cosa se puso muy difícil. Pasaban los días y no encontrábamos nada. Cuando se acabó el paro, me empecé a angustiar. Llegaron a desahuciarnos. Cuando empezamos a cobrar el subsidio y no nos daba. Negociamos pagar 300 de los 500 euros que nos costaba el alquiler. La dueña lo vio bien, pero su hijo nos dijo que nos desahuciaba”.

Mamen recurrió a la familia pero “cada uno tiene sus cargas y no todo es colgarse de otra persona. Vivimos del trabajo esporádico, limpiando una casa, y de la comida que nos da la Iglesia. La vivienda, gracias a Cáritas”. Lleva tres años en búsqueda activa de empleo y se ha ocupado de formarse, pero no consigue engancharse de nuevo al mundo laboral. La rechazan “porque llevo mucho tiempo sin trabajar, aunque no he parado, estudiando y haciendo trabajos esporádicos, a los departamentos de selección cuando ven ahí un vacío, les echa para atrás, pero además la falta de experiencia me lo pone muy difícil”.

No lo pasa nada bien “¿cómo le dices a tu hijo que no puedes comprarle material escolar, ropa.. que no pueden ir a una excursión, porque con ese dinero tienes que comer esa semana? He pasado muchos días sin dormir, pensando mucho...te sientes mal, porque ves que te esfuerzas y que no sale nada..dejas hasta de echar curriculum…..pero al día siguiente te levantas y no tienes más remedio que seguir peleando”.

¿Cómo me reengancho?

Begoña Arias, la responsable de empleo de Cáritas Madrid nos ha explicado que el primer paso es apuntarse en los servicios de empleo, en el paro “porque muchas veces por dejadez, por falta de vinculación al sistema, por desesperanza no se inscriben o no renuevan de manera periódica esa demanda de empleo. Insistimos mucho en que lo hagan. Es un requisito formal necesario, primero para los derechos individuales y también para la foto de empleo”.

En Cáritas preparan a los parados de larga duración para reingresar en el mundo laboral. Lo hacen en primer lugar ayudándoles a conocerse, a que sean conscientes de sus habilidades “a veces adquiridas en la experiencia laboral previa, a veces por formación y a veces por su propia trayectoria vital”. Una vez conocidas sus fortalezas analizan sus debilidades y les ofrecen formación “porque en muchas ocasiones no se trata de que les falte, sino de que está desajustada con las necesidades del mercado”. Y por su puesto le guían en las nuevas formas de solicitar un trabajo ahora mismo, “distintas a las que se utilizaban hace años: ya no nos valen las ofertas en periódicos, o la ayuda del familiar o el amigo”.

En cuanto al perfil del parado de larga duración, señala Begoña Arias que es mayoritariamente un hombre “aunque de manera muy inestable, porque las mujeres suelen tener más facilidad para encontrar empleo”, y no necesariamente mayor, aunque la estadística nos dice que un tercio de los parados que llevan más de un año buscando empleo, superan los 55 años. Cierto es “que la crisis anterior pasó mucha factura y todavía tenemos a ese bloque de personas que a medida que los años pasan no consiguen encontrar empleo”, pero también hay muchos jóvenes con dificultades de acceso o bien por primera vez o de una manera más o menos estable al mercado laboral”. En cuanto a la cualificación “o bien hablamos de baja cualificación o de un desajuste en la cualificación. Tenemos personas que tienen un nivel medio alto paro que no encajan con las demandas del mercado laboral, que se ha vuelto muy cambiante y flexible”.

La mayor parte de las veces, ajustarse a lo que pide el mercado laboral no es tan complicado ni largo, nos cuenta Begoña Arias.

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