Calma tensa en los mercados a la espera de la reunión entre Trump y Xi Jinping
En las últimas horas ha crecido la esperanza de que Washington y Pequín sean capaces de acercar posturas
Publicado el - Actualizado
4 min lectura
En los mentideros del mercado se dice que China ha tensado hoy la cuerda al plantear una serie de condiciones para sentarse a la mesa y negociar con Estados Unidos sobre la guerra comercial. Entre esas condiciones estaría la eliminación de los aranceles existentes y el levantamiento de las sanciones y prohibiciones sobre Huawei. Estos rumores han sido constantes a lo largo del día e indican bien a las claras el elevado grado de incertidumbre y zozobra que existe alrededor de la reunión que mantendrán este sábado los presidentes de las dos mayores potencias económicas mundiales. Los temores, las ilusiones y las incertidumbres han convivido en el ánimo de los inversores un decorado de enorme expectación.
En general y pese a todos los pesares, en las últimas horas ha crecido la esperanza de que Washington y Pequín sean capaces de acercar posturas e incluso de firmar una tregua que permita seguir negociando sin espadas de Damocles sobre sus cabezas. La reunión entre los máximos mandatarios de ambos países tendrá lugar el sábado en Japón, en el seno el G-20.
Con esta esperanza bajo el brazo, el índice Ibex 35 ha cerrado entre dos aguas, en 9.147 puntos con una pequeña baja del 0,1 por ciento. Ha tirado hoy del mercado Inditex. Se ha disparado un 3 por ciento al calor de los buenos resultados que ha publicado su rival sueco H&M, que ha ganado más de 500 millones de euros en su primer semestre fiscal.
Los mercados, mientras llega la esperadísima reunión entre Trump y Xi Jinping, han dedicado el día a analizar los numerosos indicadores económicos que han publicado. La economía de Estados Unidos mantuvo su ritmo de crecimiento en el primer trimestre del año en el 3,1 por ciento. No ha habido sorpresas. La cifra se ha ajustado a las previsiones de los expertos. Las ventas pendientes de viviendas aumentaron en Estados Unidos en mayo un 1,1 por ciento, que también es lo que esperaba el mercado. La Reserva Federal de Atlanta estima que la economía de Estados Unidos crecerá este año a un ritmo del 1,9 por ciento, frente al 2 por ciento estimado inicialmente. Por su parte, la agencia Fitch pronostica un crecimiento del 2,4 por ciento en EEUU en el ejercicio en curso y del 1,8 por ciento el año próximo.
A este lado del charco, la inflación creció en Alemania tres décimas en el mes en curso, con una tasa interanual del 1,6 por ciento. Es algo más de lo que esperaban los analistas. La confianza del consumidor en la zona euro ha mostrado una lectura negativa y de hecho ha empeorado respecto al dato anterior. No es un buen registro. Por su parte, el déficit público español ha aumentado en abril, hasta 7.320 millones de euros lo que equivale a un 0,58 por ciento del PIB. La lectura de hace un año era de un 0,53 por ciento.
En los demás mercados, el petróleo se mantiene cerca de 66 dólares por barril. Los observadores esperan que los países integrados en la OPEP prolonguen los acuerdos de restricción de la producción. Así lo ha señalado también hoy mismo el ministro del petróleo de Iraq. El euro da un pequeño paso atrás, porque se reducen las probabilidades de que la Reserva Federal baje el precio del dinero de forma inminente. El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha insistido en los últimos días en que hacen falta nuevas medidas de estímulo ante el enfriamiento de la actividad económica. Pero también ha dejado claro que la Reserva es independiente y no debe reaccionar de forma precipitada. Lo que han colegido los inversores es que se han enfriado las expectativas de una inminente baja de tipos de interés en Estados Unidos.
El oro sigue alto, por encima de 1.400 dólares por onza, pero se aleja de los precios que ha marcado en las últimas jornadas. Algunos analistas no descartan verlo a 1.600 dólares si continúa la tensión comercial entre Estados Unidos y China, si se mantiene la crispación prebélica entre Estados Unidos e Irán, y si persiste la debilidad de la economía mundial. En el mercado de deuda pública, el rendimiento de los bonos alemanes a diez años continúa rondando mínimos históricos, en el menos 0,32 por ciento, mientras el bono español ofrece una rentabilidad de tan solo el 0,40 por ciento.
La agencia valora la fortaleza de la actividad económica en España y alaba las reformas estructurales que se están llevando a cabo. Moody's revisará el “rating” de España en noviembre. Actualmente se encuentra en el “Baa1” con perspectiva estable. Hace pocos días, la agencia Fitch mantuvo la calificación crediticia de España en A-, con perspectiva estable.