Vuelve la incertidumbre sobre el Brexit y las Bolsas aprovechan para hacer un alto en el camino

Los mercados de valores han hecho hoy una parada y fonda después de cuatro sesiones con clara vocación alcista. Los inversores han retirado beneficios, al menos parcial y puntualmente, empujados por la propia acumulación de plusvalías y por la amenaza del primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, que intenta reducir los plazos para las negociaciones de Brexit. Ha vuelto a poner sobre la mesa el fantasma de una ruptura abrupta y sin acuerdo, cuando se esperaba que las conversiones con la Unión Europea fueran mucho más fluidas. La primera derivada es que la libra esterlina ha  bajado con fuerza. Se cambia esta tarde por 1,3140 dólares, cuando rozaba el nivel de 1,35 hace muy pocos días. Frente a la divisa comunitaria, la libra se cambia por menos de 1,18 euros.

El Banco de Inglaterra celebrará consejo pasado mañana. Es su primera reunión tras la abrumadora victoria electoral de Johnson en elecciones del pasado jueves. El precio del dinero en el Reino Unido se mantiene desde hace tiempo en el  0,75 por ciento y su plan de compras de deuda en 435.000 millones de libras. No se esperan cambios, aunque los mercados escucharán con atención sus previsiones y análisis.  El Banco central británico considera que el sistema financiero del Reino Unido tiene solvencia suficiente para resistir un  eventual empeoramiento de la economía.  La tasa de paro en el Reino Unido se mantiene en el 3,8 por ciento. No se ha producido el repunte del desempleo que esperaban los expertos.

Mañana se votará el “impeachment” del presidente Trump en el Congreso de Estados Unidos lo que ha añadido un puntito de incertidumbre en los mercados.  La Bolsa de Nueva York sigue en zona de máximos históricos sin prestar, de momento, demasiada atención a esta referencia. El índice S&P 500 acaricia los 3.200 puntos, un nivel nunca antes visto.  Los mercados han contado hoy con otras referencias algo más tranquilizadoras. La producción industrial ha crecido en Estados Unidos en noviembre un 1,1 por ciento, que es mucho más de lo que se esperaba. Además, han mejorado los datos de construcción en aquél país. A este lado del Atlántico, la balanza comercial de la zona euro muestra un superávit de 28.000 millones de euros en octubre, que es una cifra mejor de la que se esperaba. Han aumentado las exportaciones, pero se han reducido las importaciones. No son malas cifras.

A pesar de ello, en los últimos días y semanas se suceden los analistas que rebajan sus estimaciones de crecimiento para la economía española. Hoy los expertos del Instituto de Estudios Económicos han reducido la suya tres décimas para el año que viene, hasta el 2 por ciento. Además han rebajado su previsión para el PIB del año próximo en cuatro décimas, hasta el 1,5 por ciento. Para la tasa de paro estiman una 14,1 por ciento en este año y hasta el 13,1 en el año 20. Aún así, constatan que el proceso de desaceleración se ha moderado en los últimos meses. 

El índice Ibex 35 ha cerrado en 9.615 puntos, con una pérdida del 0,67 por ciento.  Ha bajado con fuerza la aerolínea hispano británica IAG, que también había sido el valor más alcista en las sesiones anteriores. Hoy se ha dejado un 4 por ciento. Por su parte, ha cerrado plana Enagás, que ha aumentado su presencia en la compañía estadounidense Tallgrass Energía. La empresas gasista española ha aumentado su participación del 12,5 al 30 por ciento del capital. Ha invertido 750 millones de euros.  Iberdrola se consolida en los 9 euros por acción, mientras Siemens Gamesa ha cerrado en negativo.  Siemens podría comprar el 8 por ciento de Gamesa que controla Iberdrola y poner fin así al enfrentamiento que mantienen ambas compañías. 

En los demás mercados, el euro aguanta fuerte por encima de 1,1150 dólares.  El petróleo se encarece hasta rozar los 66 dólares por barril, cuando hace menos de dos meses se pagaba por debajo de 60.  Se ha encarecido por tanto un 10 por ciento en un visto y no visto. En el mercado de deuda la prima de riesgo mejora, se reduce hasta 69 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 0,40 por ciento. A ese plazo el “bund” alemán muestra un rendimiento negativo del  0,29 por ciento. Los bonos de referencia de Estados Unidos rinden un 1,88 por ciento.