El “helicóptero de dinero” mantiene a las Bolsas de Wall Street en zona de máximos históricos

Una vez desbloqueado el plan de estímulo fiscal en Estados Unidos por 900.000 millones de dólares, ahora las Cámaras de aquél país se afanan para aprobar el incremento en los cheques directos que recibirán los ciudadanos. El presidente saliente, Donal Trump, quiere que aumenten de 600 a 2.000 dólares por persona (para familias que ingresen menos de 75.000 dólares brutos al año). Es lo que suele denominarse como “helicóptero del dinero”, es decir el reparto directo de dinero efectivo a la población para tratar de revitalizar el consumo y animar la actividad económica. Las ayudas pueden llegar a la vuelta de dos o tres semanas a las cuentas de los ciudadanos que tengan derecho a ellas, es decir casi coincidiendo con el relevo efectivo y formal en la Casa Blanca.

Además de este factor positivo, los inversores siguen celebrando el acuerdo que han alcanzado la semana pasada la Unión Europea y el Reino Unido para evitar un Brexit duro. Paralelamente, el inicio de las vacunaciones contra el coronavirus ha mejorado sustancialmente el ánimo de los mercados. Los inversores apuestan por una fuerte recuperación de la economía mundial a lo largo del año próximo con el consiguiente incremento de los beneficios empresariales, sin que por ello los grandes bancos centrales tengan excesiva urgencia por comenzar la retirada de sus medidas de estímulo. Esperarán a tener constancia de un aumento de la inflación.

En las últimas horas ha surgido un nuevo factor que puede impulsar un poco más arriba a los mercados. Y es que está a punto de alcanzarse un importante acuerdo comercial entre la Unión Europea y China, que facilitará y potenciará las inversiones europeas en el gigante amarillo en el ámbito de las manufacturas, los servicios financieros, el transporte aéreo y la construcción.

Hoy no ha habido explosión alcista en la Bolsa de Nueva York y tampoco en la de Fráncfort. Pero ambas aguantan en torno a los máximos históricos que marcaron ayer. La Bolsa de Tokio ha cerrado esta madrugada por encima de los 27.500 puntos, su nivel más alto de los últimos 30 años. Desde el año 1991 el índice Nikkei no superaba los 27.000 puntos. Mientras tanto, el índice Dow Jones de valores industriales se mantiene en los 30.500 puntos. Algo nunca antes visto. El Nasdaq de tecnológicas roza los 13.000 puntos, mientras el S&P 500 ha superado los 3.700.

Los analistas del banco estadounidense de negocios JP Morgan esperan ver al índice S&P 500 el año que viene en los 4.400 puntos. Los expertos del Bank of America creen que puede superar los 3.800 puntos en pocas sesiones. El servicio de análisis de Bankinter sitúa su objetivo para el S&P 500, en su escenario más favorable, cerca de los 4.200 puntos al cierre del año que viene. La duda de más corto plazo se encuentra en las elecciones en el estado de Georgia, que se celebrarán el 5 de enero y que marcarán la diferencia sobre el control del Senado. Si los demócratas toman el control del Senado (ya tienen mayoría en el Congreso) el presidente entrante, Joe Biden, se encontrará en un ambiente favorable para llevara a cabo sus reformas sin oposición parlamentaria. Por el contrario, si los republicanos mantienen el control de la cámara alta, Biden podría verse forzado a modificar algunas de sus líneas de actuación.

Mientras tanto, el índice Dax de la Bolsa alemana se codea con los 13.800 puntos, que también es un nuevo récord. Su recuperación ha sido muy vertical en los últimos meses. En marzo, tras la irrupción de la pandemia, el Dax cayó a los 8.250 puntos. A falta de pocas horas para el cierre del ejercicio, este índice muestra ya balance positivo este año, con una mejora del 4 por ciento.

Dentro de casa, el índice Ibex 35 ha cerrado en 8.174 puntos, con alza de un 0,24 por ciento. Es la quinta sesión alcista consecutiva. Pero todavía pierde un 14 por ciento en el conjunto del año. Es un balance que los inversores dan por bueno porque en octubre el Ibex perdía más de un 30 por ciento. La Bolsa española sigue como furgón de cola de las plazas bursátiles europeas, a pesar de que en noviembre recuperó un 25 por ciento. Ha sido, de hecho, su mejor mes de la historia.