La incertidumbre sobre los tipos de interés mantiene estancada a la Bolsa sobre los 9.300 puntos
Los mercados de valores españoles han vivido una nueva sesión sobre la decisión que adoptarán los grandes bancos centrales en su reunión de septiembre
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los mercados de valores españoles han vivido una nueva sesión en la que han ido de más a menos en medio de las dudas sobre la decisión que adoptarán los grandes bancos centrales en su reunión de septiembre. En las últimas semanas, los operadores venían descontando un alza de un cuarto de punto tanto por parte del BCE como de la Fed en septiembre para dejar sus respectivos tipos de interés en su nivel más alto desde 2001 y a partir de ahí ganar tiempo para analizar el efecto de estas medidas sobre la inflación.
Sin embargo, la rápida contracción de los indicadores de actividad PMI acercan peligrosamente a las principales economías mundiales hacia la recesión. Una posibilidad que gana adeptos frente a un esperado aterrizaje suave. En estas condiciones, ambas entidades podrían anticipar la pausa prevista en su política de endurecimiento monetario, incluso estando aún lejos del objetivo de inflación del 2 por ciento. Una hipotética pausa sería muy bien recibido por los mercados de renta variable.
Eso habría justificado las intensas subidas del índice Ibex 35 en la apertura hasta llegar a superar de nuevo la cota de los 9.400 puntos. Con todo, se trata de tan solo una hipótesis que no cuenta con demasiado predicamento entre el grueso de los analistas. Los inversores, por tanto, siguen optando por la cautela y la liquidez con la vana esperanza de que la cumbre veraniega de los grandes banqueros mundiales que se ha arrancado hoy en Jackson Hole (Estados Unidos) ayude a despejar algunas incógnitas.
Las intervenciones de mañana de Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, y de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, suscitan especial atención, pero los más veteranos recuerdan que pocas veces los mandatarios han despejado dudas en política monetaria en esta cumbre. Máxime cuando todavía quedan algunos indicadores económicos importantes a tener en cuenta antes de la decisión final en septiembre.
Los datos de pedidos de bienes duraderos conocidos hoy en Estados Unidos tampoco invitan al optimismo. El deterioro mostrado por este indicador ha sido muy superior al previsto por los expertos. Han pasado de un avance del 4,4 por ciento en el mes de junio a un saldo negativo del 5,2 por ciento en julio. Una nueva decepción para los que prevén una desaceleración económica progresiva y no demasiado prolongada.
Para colmo de males, el mercado laboral norteamericano sigue dando señales de una inusitada fortaleza con las peticiones semanales de subsidio por desempleo por debajo de las estimaciones. Este es uno de los principales obstáculos para que la Reserva Federal decida posponer las subidas de tipos.
De hecho, tras conocerse esta cifra los mercados financieros internacionales se han desinflado. Wall Street ha pasado a los números rojos, a pesar de las importantes subidas del gigante tecnológico Nvidia tras presentar ayer unos resultados semestrales espectaculares.
Un paso atrás que se ha dejado sentir en el ánimo de los inversores españoles. El índice Ibex 35 ha cerrado con mínimas ganancias, un 0,1 por ciento, para quedar en los 9.324 puntos. El único aspecto positivo que sacan los expertos de esta evolución es que el mercado parece haber encontrado un importante suelo en la cota de los 9.300 puntos que puede alentar un intenso rebote en cuanto las condiciones económicas generales se vayan aclarando.
Indra y Grifols han sido los valores más castigados en la sesión de hoy con recortes del 1,3 por ciento, mientras que Aena ha destacado con un alza del 1,3 por ciento. Entre los bancos ha brillado BBVA. Las acciones de la entidad han subido un 1,3 por ciento ante la mejora de su filial turca después de que la lira turca se haya disparado al alza como consecuencia de la decisión del Banco Central de Turquía de elevar sus tipos de interés de una tacada del 17,5 al 25 por ciento. El euro, entre tanto, sigue perdiendo fuelle y su cambio se acerca poco a poco a la parte baja de 1,08 dólares.
La debilidad de los indicadores norteamericanos está impactando de lleno en el mercado petrolífero ante el temor de una caída de la demanda. El barril de crudo tipo Brent ha llegado a pagarse a menos de 83 dólares cuando hace apenas una semana tanteaba los máximos anuales sobre los 88 dólares.
Esta caída se produce además en medio del descenso de las reservas semanales en Estados Unidos y de la reducción de la producción de la OPEP liderada por Arabia Saudí, lo que debería estar impulsando el precio. Estados Unidos además estaría planteando la posibilidad de rebajar las sanciones a las exportaciones de crudo venezolano.