El dinero sale a toda prisa de la deuda pública italiana y recala en la alemana, griega y española

Las Bolsas europeas han vivido una sesión de altibajos. Mucho movimiento para quedarse al final casi donde estaban al principio. El índice Ibex 35 ha bajado un 0,3 por ciento, hasta 9.191 puntos. Ha llegado a perder bastante más en los peores momentos del día.  Los inversores han tenido mucha tela que cortar, han tenido muchas referencias que digerir. Se ha calmado el temor al auge de los partidos políticos “eurófobos” en la Unión Europea. Las fuerzas populistas euro escépticas no han crecido tanto como se temía y los mercados han respirado aliviados. Pero quedan muchos otros factores que pesan sobre el ánimo de los inversores y que lastran a las Bolsas.

Uno de ellos es el inminente procedimiento que la Comisión Europea va a abrir a Italia por déficit excesivo. Al gobierno de Roma puede caerle una sanción del 0,2 por ciento del PIB italiano, lo que supone cerca de  3.500 millones de euros. Con esta espada de Damocles sobre la cabeza, la prima de riesgo de Italia ha  aumentado hasta 285 puntos, frente a los 94 de España. Así las cosas, se ha intensificado el trasvase de liquidez hacia los mercados de deuda, lo que hace subir el precio de los bonos y bajar su rentabilidad. El temor a los efectos de la guerra comercial entre China y Estados Unidos  justifica en buena parte este movimiento en vasos comunicantes. Pero también hay que contar con el dinero que abandona la deuda italiana y que recala en bonos alemanes, portugueses, griegos  y españoles. El rendimiento de la deuda española a diez años marca hoy nuevos mínimos históricos, en el 0,79 por ciento. También están en mínimos  los bonos alemanes, que profundizan en su rentabilidad negativa, ofrecen un menos 0,15 por ciento.    Al mismo plazo, los bonos de Estados Unidos ofrecen un rendimiento del 2,28 por ciento. Hace pocas semanas rozaba el 2,5 por ciento.

La Bolsa de Millán ha sido hoy la más débil de Europa. Han sufrido especialmente los bancos italianos, que han arrastrado en su caída a las entidades españolas, aunque al final no ha llegado la sangre al río. BBVA y Santander han dudado, pero ambas entidades han respetado al cierre cotizaciones redondas muy simbólicas, como los cinco euros en BBVA y los cuatro en Santander.   Por su parte, el Sabadell mantiene la referencia del euro por acción.  A contracorriente del mercado ha subido hoy Liberbank. Ha subido un 5 por ciento. Tras la fallida boda con Unicaja, Liberbank podría recibir una oferta de compra por parte de la entidad gallega Abanca.

Otro de los focos de incertidumbre para las Bolsas se encuentra en el enfriamiento económico a nivel mundial. Hoy se ha conocido que ha mejorado la confianza del consumidor en la zona euro. Ha pasado de una lectura de menos 7,3  a menos 6,5 puntos, mientras el índice de confianza empresarial ha pasado de 103,9 a 105,1. La mala noticia es que Cámara de Industria de Alemania ha rebajado sus previsiones de crecimiento para el PIB germano para este año desde el 0,9 hasta el 0,6 por ciento. Incluso habla de señal de alarma ante el rápido proceso de deterioro de la actividad económica.

Otro geiser de incertidumbre es Gran Bretaña y la incertidumbre sobre el Brexit, a la que ahora se suma la incertidumbre sobre la persona que ocupará la presidencia del ejecutivo tras la dimisión de la primera ministra Theresa May.  De momento, la libra esterlina se deprecia hasta 1,2670 dólares. Hace diez días rozaba el cambio de 1,30 dólares. Y como trasfondo, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que amenaza con dejar como un erial la economía mundial.