Las Bolsas se tambalean, la sombra de la recesión económica es alargada

El temor a un rápido enfriamiento de la economía mundial pesa más en el ánimo de los inversores que el relativo optimismo que genera la próxima ronda de negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos.  La actividad económica está perdiendo fuerza más deprisa y con mayor intensidad de lo que esperaba. La propia canciller alemana, Angela Merkel, ha asegurado hoy mismo que la economía mundial se enfrenta a una próxima recesión. 

Ha añadido una coletilla preocupante: “la situación no es fácil”. Es una advertencia preocupante. Los principales institutos de estudios económicos alemanes han rebajado su previsión de crecimiento del PIB en este año en tres décimas hasta el 0,5 por ciento. Para 2020 estiman un aumento de PIB del 1,1 por ciento, frente al 1,8 que preveían hace seis meses.

Los analistas del Bank of America Merill Lynch también son pesimistas. Creen que se avecinan tiempos más complicados para los mercados. Estiman que en algún momento de 2020 estallará la burbuja de la deuda y caerán los precios de los bonos. La explosión del mercado de bonos provocará también una caída de las Bolsas. 

El nerviosismo crece, además, porque la incierta forma en la que el Reino Unido saldrá de la Unión Europea. El Brexit sigue generando mucha preocupación. La Bolsa de Londres ha perdido hoy cerca de un 3 por ciento. Hoy el primer ministro del Reino Unido, Boris Jonhson, enviará una propuesta a Bruselas con la que intentará alcanzar un acuerdo para un Brexit consensuado con la Unión Europea, algo que a priori parece bastante complicado. La libra esterlina sigue por debajo de 1,23 en su cruce con el dólar.

Además, ha aumentado la tensión  geopolítica con la crispación que se vive en Hong Kong y con los misiles que ha vuelto a lanzar Corea del Norte en el mar de Japón. Todos los ojos vuelven a mirar hacia los bancos centrales, de los que se esperan más medidas de estímulo. El próximo consejo de la Reserva está previsto para finales de mes. El BCE celebrará consejo del día 24.  

Ayer el presidente Trump le dio “un repaso” importante al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, al que calificó de “patético” y al que culpó de los últimos malos indicadores económicos por no bajar el precio del dinero más deprisa. Trump quiere tipos cero, como los tiene Europa y Japón, para reactivar la economía y alejar el fantasma de la recesión. 

La Bolsa de Nueva York, ahonda esta tarde en las caídas de ayer. También se complica el mercado de deuda. La rentabilidad de los bonos de Estados Unidos ha caído en pocas horas desde el 1,80 por ciento hasta el 1,59 por ciento de hoy, lo que indica que el dinero busca refugio de nuevo en este mercado.

  La Organización Mundial del Comercio, la OMC, en su laudo arbitral ha autorizado a Estados Unidos a imponer aranceles a productos europeos por importe de 7.500 millones de dólares al año. Así EEUU se resarcirá de las ayudas y subsidios ilegales que recibió Airbus en detrimento de los intereses de Boeing. Pueden verse afectados varios productos europeos, como aviones, producto agrícolas y bienes de lujo.

También en Japón cuecen habas. Hoy se ha conocido que el índice que mide la confianza del consumidores ha caído a una pobre lectura de 35,6 puntos. Hace pocas horas se publicó el índice Tankan de confianza empresarial, que ha caído a su nivel más bajo de los últimos seis años. Además, la producción industrial se ha contraído un 1,2 por ciento en agosto respecto a julio, con una caída del 4,7 por ciento en tasa interanual. También el país del sol Naciente tiene sus problemas.

El índice Ibex 35 ha perdido hoy 253 puntos, un 2,77 por ciento, para cerrar en 8.912 puntos. Es su mayor caída en un año. Los bancos y las empresas acereras se han desplomado. También han caído Inditex, Telefónica y Repsol. Solo se han salvado de la quema dos valores, MásMóvil y Acciona.

En el mercado de divisas, el euro continúa cerca de mínimos de los últimos dos años, aunque cotiza por encima de 1,09 dólares. Baja el petróleo, se paga a menos de 58 dólares por barril. Hace un par de semanas llegó a rozar los 70.  Han aumentado las reservas de crudo de la Agencia Internacional de la Energía más de lo que se esperaba.