Las grandes trabas burocráticas que impiden acceder al Ingreso Mínimo Vital a los que más lo necesitan

Desde que se puede solicitar, el Ingreso Mínimo Vital ha generado una serie de trabas burocráticas preocupantes

Las grandes trabas burocráticas que impiden acceder al Ingreso Mínimo Vital a los que más lo necesitan

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El Ingreso Mínimo Vital es la medida estrella de aquellas anunciadas por el Gobierno desde que estalló la pandemia del coronavirus. Creada para ayudar a los más necesitados a sobrellevar mejor la crisis económica motivada por la enfermedad, está planteando, sin embargo, varias trabas de peso a sus destinatarios. Desde que se abrió el plazo para solicitar la ayuda el pasado lunes, la burocracia para tramitarla ha generado unos cuantos quebraderos de cabeza.

Se puede hablar de hasta tres aspectos que el Instituto de la Seguridad Social no ha desarrollado de la mejor manera posible para poder solicitar, sin mayor inconveniente, el Ingreso Mínimo Vital.

Se piden documentos que la Administración ya posee

Se supone que no hace falta presentar la fotocopia del DNI y el certificado de empadronamiento en los trámites desde 2007. Pero la realidad es que estos y otros documentos que la Administración ya tiene son solicitados por esta en múltiples ocasiones. Incluyéndose también en este apartado el libro de familia o los certificados de nacimiento. Que, por supuesto, se necesitan para tramitar el Ingreso Mínimo Vital.

Aunque la Seguridad Social debería encargarse de recabar los documentos (porque la Administración ya los tiene), no lo hace. En el caso de la ayuda a la que nos referimos, se piden hasta 26. 12 son más o menos comunes a todos los solicitantes, con añadidos si hay separación o divorcio de por medio, separación o divorcio en trámite, no existencia de convivencia, representación legal, violencia de género, trata de seres humanos y explotación sexual y/o menor emancipado.

Otro problema añadido relacionado con este punto es que puede que se necesite hacer algún trámite adicional para obtener parte de la documentación que requiere el Ingreso Mínimo Vital… y que, por la situación actual, no sea posible realizarlo.

Se necesita de mucha tecnología para solicitar la ayuda

Primero, el ciudadano necesita poder identificarse de manera electrónica en la Seguridad Social. Para lo cual requiere de ordenador, certificado electrónico instalado en este, un usuario y una contraseña o estar registrado en el sistema Cl@ve (que no se puede usar temporalmente para realizar esta solicitud).

Además, hay que imprimir el formulario para solicitar el Ingreso Mínimo Vital, a rellenar en el PDF que lo contiene. La razón de que haya que imprimirlo es que necesita ser firmado por el solicitante y cada uno de los miembros de su unidad familiar que sean mayores de edad. Después, hay que escanear el documento para poder enviarlo. Lo cual quiere decir que la impresora y el escáner también son fundamentales.

Es posible que muchos solicitantes de la ayuda no tengan ninguno de los tres dispositivos necesarios para pedirla. O que no puedan rellenar lo que se les pide si son extranjeros y no dominan el español. De ahí que se permita que alguien en posesión de certificado electrónico pueda actuar como representante del solicitante o presentar la solicitud sin certificado (pero sí con fotos de los documentos).

Los peligros de la tramitación

Se pide gran cantidad de información al solicitante (si trabaja, si cobra el paro, si está casado, si recibe más ayudas…). Aunque lo peor para sus intereses es que se le pone en un aprieto en el caso de que se beneficie de la economía sumergida o subalquile un piso, entre otros aspectos.

Además, hay que hacer cuentas, a pesar de que se aseguró que sería la Seguridad Social quien calculase los ingresos de la familia y los niveles de patrimonio. Una vez que se llega al punto 3 del formulario, se pide al solicitante que calcule ambas cosas por sí mismo. Lo cual es un problema para la gran mayoría de los hipotéticos beneficiarios de la ayuda.

La solución que plantea la Administración para este problema es más de medio folio de instrucciones que son más engorrosas si cabe que los cálculos a realizar: frases largas, referencia a normativas que muchos solicitantes incluso desconocerán, conexiones ininteligibles entre distintas partes de la sentencia…

Aunque solicitar el Ingreso Mínimo Vital es posible desde hace tan sólo tres días, está claro que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones tiene mucho que mejorar en cuanto a su tramitación. Y más si se quiere que cubra a los 850.000 hogares y 2,3 millones de ciudadanos a los que se dijo que ayudaría.

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