Las Bolsas europeas han vuelto a caer, pero han cerrado muy por encima de sus mínimos “intradía”
El Ibex 35 ha cerrado el lunes en 6.107 puntos, con baja de un 7,88 por ciento; se ha movido por debajo de los 6.000 puntos por
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El índice Ibex 35 ha conseguido conservar al cierre la referencia de los 6.000 puntos. En los peores momentos del día ha llegado a moverse en 5.800. No es gran cosa, pero algunos interpretan como un primer brote verde, un primer clavo ardiendo al que agarrarse. Puede ser una señal de que la Bolsa quiere empezar a dibujar un suelo, al menos para el corto plazo.
Los mercados están muy pendientes del Eurogrupo, que estudia poner en marcha un gran fondo de emergencia, -se dice que de hasta 400.000 millones de euros-, para combatir la pandemia de coronavirus y su repercusión sobre la economía y los mercados. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional ha asegurado que está listo para movilizar hasta un billón de dólares en préstamos para ayudar a los países que necesiten liquidez para luchar contra el coronavirus y sus efectos. Los mercados temen que las repercusiones del coronavirus sobre la economía sean más graves de lo que se pensaba, por lo que esperan medidas de gran calado.
Quizá este movimiento coordinado de los países europeos consiga hacer reaccionar a los mercados, algo que no ha logrado la agresiva actuación conjunta que anunciaron ayer los grandes bancos centrales. Van a proporcionar enormes cantidades de liquidez al sistema. La Reserva Federal anunció anoche un recorte del precio el dinero hasta el cero por ciento y una inyección de 700.000 millones de dólares.
La Comisión Europea estima que la eurozona se contraerá este año debido al impacto del coronavirus. Espera una caída de un 1 por ciento en el PIB, frente a una previsión anterior de crecimiento de 1,5 por ciento. Los analistas creen que 19 de los 27 países pueden entrar en recesión.
Por su parte, la OCDE teme que la economía española se estanque este año en el mejor de los supuestos, o que se contraiga varias décimas de punto en el peor de ellos, si se prolonga la pandemia. Los analistas de Goldman Sachs esperan una severa contracción del PIB de Estados Unidos a partir del segundo trimestre. El puntito de esperanza lo ha puesto hoy el ministerio de economía alemán. Cree que la economía se estabilizará en el tercer trimestre si las cadenas de suministro recuperan pronto su actividad habitual. Mientras tanto, la Reserva Federal asegura que el impacto final sobre la economía dependerá de lo que tarde en controlarse la pandemia. Hasta entonces espera debilidad y volatilidad en los mercados.
La Bolsa de Nueva York pierde un 7 por ciento a media sesión. Ha llegado a caer un 10 por ciento. De hecho, el índice S&P 500 ha estado parado 15 minutos a la apertura al alcanzar la caída máxima permitida del 7 por ciento. Si la pérdida supera el 13 por ciento en el índice S&P 500 el mercado se detendría otro cuarto de hora. Si la caída alcanzara el 20 por ciento, el mercado cerraría durante el resto de la sesión.
El Ibex 35 ha cerrado el lunes en 6.107 puntos, con baja de un 7,88 por ciento. Se ha movido por debajo de los 6.000 puntos por primera vez desde abril de 2003. Cerca de treinta de los 35 valores del Ibex ha perdido hoy más de un 5 por ciento. El mayor castigo lo ha sufrido la aerolínea IAG, que se ha dejado todo un 28 por ciento. Acumula ya una caída del 60 por ciento en lo que va de año.
IAG ha perdido los tres euros por título, frente a los 8 a los que cotizaba a mediados de enero. Meliá Hotles se ha dejado un 18 por ciento. Bankia y BBVA han perdido en torno un 14 por ciento. El Banco Sabadell ha caído un 13 por ciento, ha perdido los 50 céntimos euros por acción. En tres meses se han evaporado casi las dos terceras partes de su valor. El Banco Santander ha respetado in extremis los 2 euros por acción, cuando hace menos de un año alcanzaba los 4,5 euros. Algunos analistas aconsejan incrementar posiciones en renta variable en estos niveles aprovechando la existencia de precios casi de saldo en muchos valores.
Con la vista puesta en el largo plazo, eso sí, y siempre que el inversor sea capaz de convivir con la volatilidad y pueda aguantar posibles nuevos recortes en los precios. Los expertos de Goldman Sachs creen que se ha abierto una clara oportunidad de compra en los dos mayores bancos españoles. Los múltiplos de ambos están en su nivel más bajo de la historia y ambos ofrecen una elevada a rentabilidad por dividendo y cuentan con fuentes de ingresos bien diversificadas. Santander cotiza a 0,5 veces su valor en libros y BBVA a 0,4. Goldman Sachs estima un precio objetivo para el Santander de 4,99 euros y de 6,37 para BBVA, lo que significa que ambos podrían duplicar su precio. También Morgan Stanley considera que es buen momento para empezar a comprar algunas acciones. Los bajos precios empiezan a compensar el riesgo que se asume.