Los bancos lideran la remontada de una Bolsa que, de momento, quiere ver la botella medio llena

Los inversores han convivido en los últimos días con la incertidumbre sobre futuros movimientos en Rusia y con algunas referencias macroeconómicas no demasiado alentadoras. Hoy la Bolsa ha vuelto a poner buena cara al mal tiempo. El índice Ibex 35 cierra el día en 9.393 puntos con una ganancia del 1,28 por ciento. Han subido Telefónica, Inditex y las eléctricas, Pero han sido los bancos los que han aportado más puntos al índice. Han destacado las mejoras de Santander, Caixabank y Sabadell. Las entidades financieras se benefician por un entorno marcado por un precio del dinero más alto.

En menos de un año el Banco Central Europeo ha elevado su tipo de interés de referencia en 400 puntos básicos. Hoy la presidenta de este organismo, Christine Lagarde, ha remachado su mensaje de que el BCE subirá tipos de nuevo a finales de julio. Será la novena subida consecutiva. Además, ha dejado claro que el horizonte a medio plazo viene marcado por tipos de interés más altos que se mantendrán durante más tiempo. Pero no ha puesto fecha al final de las subidas de tipos ni ha cuantificado el nivel en el que se detendrá el proceso. Mañana, en la reunión de los banqueros centrales que se celebra en Sintra, intervendrá el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell.

Pese al endurecimiento de la política monetaria, la agencia de calificación de riesgos Standard and Poor´s Global espera que la economía española crezca este año un 1,6 por ciento y un 1,3 el próximo. Cree que la inflación se irá moderando progresivamente hasta situarse en el 1,9 por ciento en 2025. Para la economía del conjunto de la zona euro, S&P espera un crecimiento del 0,6 por ciento al cierre del presente ejercicio, frente al 0,3 que estimaba hace solo tres meses.

Según las proyecciones de esta firma, el PIB de Alemania se contraerá este año un 0,1 por ciento, para volver al crecimiento el siguiente, con una mejora del 0,8 por ciento. Ayer se conoció el índice IFO de clima empresarial en Alemania. Ha sido mucho más débil de lo que se esperaba, con una lectura en junio de 88,4 puntos, frente a los 90,7 que esperaba el mercado. Los analistas comienzan a pensar que la economía alemana se ha contraído también en el segundo trimestre del año. Confirmaría la recesión técnica en la que ha entrado la “locomotora de Europa” al encadenar dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo. Por el contrario, el Bundesbank, el banco central alemán, cree que el PIB del país puede mostrar un leve crecimiento en el trimestre que está a punto de finalizar.

Hoy desde Estados Unidos han llegado tres referencias. Y todas han sido mejores de lo que se esperaba. Las ventas de casas nuevas han crecido un 12,2 por ciento. La confianza del consumidor ha mejorado hasta una lectura de 109,7 puntos, cuando se esperaban 104. Las peticiones de bienes duraderos han crecido de forma inesperada un 1,7 por ciento. Los analistas esperaban una contracción de ocho décimas. Con estos datos sobre la mesa, parece que el enfriamiento de la economía es menor de lo que se pensaba. Se mantiene, por tanto, la presión sobre la inflación y sobre los tipos de interés.

En general, las turbulencias y la crispación que ha vivido Rusia en las últimas horas no han afectado a los mercados. Ni las Bolsas, ni las divisas, ni el precio del oro han mostrado reacción alguna al abortado motín del grupo mercenario Wagner en este fin de semana. De hecho, el petróleo baja. Se paga esta tarde a 73,5 dólares por cada barril de crudo del Mar del Norte, que es el que utiliza como referencia en Europa. Está al mismo nivel que el pasado viernes.