Los datos de empleo permiten a la Bolsa sacudirse el miedo a la pandemia y la inflación

Los mercados financieros españoles empiezan a sacudirse las dudas. El índice Ibex ha logrado cerrar las cinco últimas sesiones al alza para acabar la semana con un avance acumulado del 2,3 por ciento. Hoy ha subido un 0,5 por ciento, para quedar en puertas de los 8.900 puntos.

Con todo, estos avances se han producido con mucha cautela. Las crecientes presiones inflacionistas observadas en las principales economías mundiales y la expansión de la variante Delta hacen temer nuevos desequilibrios económicos.

De momento, los datos de actividad PMI del sector manufacturero y del sector servicios publicados en los últimos días parecen desmentir esta preocupación. A ello ha contribuido también la excelente evolución del mercado laboral norteamericano.

Pese a los signos de debilidad mostrada por la encuesta de creación de empleo privado ADP días atrás, la tasa de paro en Estados Unidos ha retrocedido hasta el 5,4 por ciento en julio frente al 5,9 por ciento del mes anterior. Un descenso mucho más profundo del previsto por el consenso del mercado, mostrando además una sólida capacidad de generación de empleo.

Eso ha permitido a los inversores volver a tomar posiciones con cierta decisión entre los grandes valores, apostando sobre seguro especialmente en el sector bancario por las mayores perspectivas de una subida de tipos. También han brillado los valores turísticos ante la expectativa de una buena temporada de verano.

Entre los valores del selectivo, en la semana, han destacado las subidas cercanas al 7 por ciento del BBVA, y de más del 5 por ciento de Caixabank y Banco Sabadell. También ha sido una buena semana para Telefónica con un avance de casi el 6 por ciento y para IAG que ha sumado un 4 por ciento.

Los expertos esperan ahora que los datos de inflación y confianza que se conocerán en los próximos días ayuden al mercado a dar un nuevo impulso hacia los 9.000 puntos.

El lunes se esperan el IPC de China, el miércoles será el turno de Alemania y Estados Unidos, y el viernes se conocerán también el dato de inflación en España. El jueves además se conocerán las cifras de precios de producción al otro lado del Atlántico.

La inflación es uno de los factores claves para los grandes bancos centrales, junto a la marcha del mercado laboral, a la hora de fijar su política monetaria. Todos ellos coinciden en señalar que la presión de los precios es meramente coyuntural y, por tanto, no hay motivos suficientes para plantearse una retirada de estímulos por el momento.

Los inversores deberán estar también muy atentos a los datos de confianza de esta semana. El martes se publica el índice de clima empresarial elaborado por el instituto económico alemán ZEW y el viernes se conocerá el dato de confianza de la Universidad de Michigan.

Pero estas no serán las únicas referencias importantes. Para el martes se esperan cifras de productividad y costes laborales en Estados Unidos y el jueves se publicará la producción industrial de la zona euro. El próximo martes, además, el Tesoro Público tiene previsto subastar letras a seis y doce meses.

Esta batería de citas en la agenda financiera anticipa una semana intensa, y más si se tiene en cuenta el progresivo descenso del volumen de negocio debido a las vacaciones estivales, lo que puede acentuar los movimientos de ida y vuelta en el mercado.