El Ibex sufre su mayor caída desde el Brexit con un desplome de casi un 8%

Las Bolsas se han desmoronado con estrépito en una jornada de pánico vendedor

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Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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Ha sido un día aciago en los mercados financieros. Un día muy negro. Todas las Bolsas del mundo han caído. Entre las europeas, la peor parada ha sido la plaza de Milán, muy afectada por los casos de coronavirus en la zona norte del país. Ha perdido más de un 11 por ciento. Dentro de casa, el índice Ibex 35 ha cerrado en 7.708 puntos, con una pérdida del 8 por ciento. No es muy frecuente ver una desplome de este calibre.  Treinta de los 35 valores que componen el índice han caído más de un 5 por ciento. La peor parte se la han llevado  Arcelor y Repsol, que se han dejado un 17 y un 15 por ciento, respectivamente. El banco Sabadell no lo ha hecho mejor. Han sufrido todas las empresas petroleras del mundo, a las que perjudica la caída en el precio del barril, ya que deprecia sus reservas de crudo.

No han ido mejor las cosas al otro lado del Atlántico. La Bolsa de Nueva York pierde algo menos de un 6 por ciento a media tarde. La autoridad bursátil ha tenido que poner en marcha los mecanismos de protección para evitar mayores desplomes. Cuando Wall Street ha superado el 7 por ciento de caída, la negociación se ha detenido durante quince minutos. De momento, la cosa no ha pasado de ahí. Si la pérdida superase el 13 por ciento en el índice S&P 500, el mercado se detendría otro cuarto de hora. Si la caída alcanzara el  13 por ciento, el mercado cerraría durante el resto de la sesión hasta el día  siguiente. Además, la Reserva Federal ha aumentado sus inyecciones de liquidez mediante “repos” (recompra de activos) de 100.000 a 150.000 millones de dólares diarios.

Los inversores temen que no sean suficientes las medidas que se están tomando para suavizar  los efectos económicos del coronavirus.  Los mercados descuentan una paralización de la economía más intensa y más duradera de lo que se barajaba en principio.  Los analistas de Goldman Sachs creen que Estados Unidos podría entrar en recesión si la crisis se prolonga, lo que puede provocar una caída añadida del 18 por ciento en el índice S&P 500.  Por eso algunos analistas esperan que la Reserva Federal reduzca en breve el precio del dinero por debajo del 1 por ciento. Incluso hay quien espera el tipo de referencia muy cerca de cero a la vuelta de pocas semanas.

Hoy se ha conocido que el índice que mide la confianza del inversor en la zona euro ha caído a su nivel más bajo desde 2013. Se ha dejado notar el impacto de la epidemia de coronavirus.  Los analistas de la gestora Pacific Investment Management Corporation (Pimco, para los amigos) consideran posible que Europa y Estados Unidos entren en recesión técnica este año (dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo) ya que la crisis del coronavirus reducirá la oferta y la demanda mundial. De hecho, muchos analistas esperan una actuación concertada de los grandes países, mediante medias fiscales,  para frenar el impacto del virus chino sobre la economía del planeta.  El mercado descuenta una nueva rebaja de tipos en EEUU. Descuenta también que el BCE  tome medidas en el consejo que se celebrará este jueves.

El otro gran foco de atención del día ha sido el petróleo, que se ha desplomado un 30 por ciento en pocas horas. No se veía una caída de este calado desde hace tres décadas. Esta tarde se paga a 36 dólares por barril, aunque ha llegado a los 31, su precio más bajo de los últimos ocho años. El detonante ha sido el rechazo de Rusia a la propuesta de la OPEP de reducir la producción.    Arabia ha optado romper la baraja, ha incrementado sus exportaciones y ha tirado los precios. Intenta debilitar a sus rivales inundando el mercado de crudo. Arabia puede aguantar esta guerra mejor que otros países que tienen mayores costes de producción. Los expertos dicen que no llegan a los diez dólares por barril. Muchos pozos en muchos países pueden dejar de ser rentables tras la caída de precios.

Los analistas pronostican que la guerra que se ha iniciado entre países exportadores de crudo, en especial Arabia y Rusia,  llevará el precio del barril hasta los 20 dólares. Así lo consideran los expertos de Goldman Sachs  y los de Citi. La Agencia Internacional de la Energía estima que la demanda mundial de petróleo caerá este año por primera vez desde 2009.  Espera que se reduzcan en 90.000 barriles por día.  El lado bueno que deja la guerra petrolera es que los carburantes más baratos ayudarán a remontar la crisis económica.

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