Los mercados digieren sin atragantarse las numerosas referencias macroeconómicas que hay sobre la mesa

Los mercados han agradecido también la posibilidad de que pronto China y Estados Unidos vuelvan a sentarse a la mesa de las negociaciones

Bolsa de Madrid

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Los inversores han tenido que realizar hoy un pequeño prodigio de estrabismo. Han tenido que vigilar con el rabillo del ojo y simultáneamente numerosas referencias de distinto signo. Hoy los mercados han contado con toda una panoplia de referencias de todos los colores posibles. El resultado ha sido una sesión de Bolsa un tanto desangelada, con más ganas que fuerzas. El índice Ibex 35 ha cerrado en 9.150 puntos, con una ganancia del 0,36 por ciento.

La Comisión Europea ha abierto procedimiento disciplinario a Italia por incumplir las normas fiscales. La deuda pública italiana supera el 130 por ciento del PIB. Una cifra difícilmente sostenible. El gobierno de Roma puede recibir una sanción del 0,2 por ciento del PIB italiano. Italia acaba de recortar su previsión de crecimiento para este año del 1,3 al 0,3 por ciento. Un hachazo  importante. Hace pocos días la OCDE también rebajó sus expectativas para el PIB italiano.  Espera un estancamiento en este ejercicio. El viceprimer ministro Mateo Salvini ha asegurado hace bien poco que el gobierno de Roma quiere aumentar el déficit y la deuda con el objetivo de poder crear empleo. La primera derivada ha sido hoy una fuerte caída de las acciones bancarias en la Bolsa de Milán, que se ha contagiado aunque con menor virulencia a las entidades financieras españolas. Pero el resto del mercado no lo ha hecho mal. 

Como condicionante positivo, ahí queda la decisión de Bruselas de sacar a España del procedimiento por déficit excesivo en el que se encontraba desde hace diez años. En este tiempo el  déficit público ha mejorado sustancialmente, se ha reducido desde el 11 por ciento hasta el 2,5 por ciento. Son buenas noticias, aunque la Comisión exige a España más esfuerzos de contención del gasto. 

Los mercados han agradecido también la posibilidad de que pronto China y Estados Unidos vuelvan a sentarse a la mesa de las negociaciones. El secretario del Tesoro de EEUU y el gobernador del banco popular de China podrían acercar posturas  aprovechando los encuentros preparatorios de la “cumbre” del G-20 que se celebrará a finales de mes en Japón. La gran esperanza se encuentra en que los presientes de ambos países se vean cara a cara en Osaka y que limen asperezas. 

Y otro factor que las Bolsas dan por bueno. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo ayer que tomará las medidas necesarias para paliar los efectos de la guerra comercial.  Sus palabras recuerdan aquella famosa frase del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, cuando dijo hace siete años aquello de que “haré todo lo que sea necesario para salvar al euro y, créanme, será suficiente”. Una frase que marcó un antes y un después. 

Mientras tanto, continúan publicándose  indicadores económicos. Y no todos son negativos. Hay algunos tímidos brotes verdes. Hoy se ha conocido toda una batería de índices PMI referidos al sector servicios. En China la lectura ha empeorado desde 54,5 hasta 52,7 puntos. Todavía se mantiene en expansión, pero a un menor ritmo. Se ha debilitado también el índice compuesto, que mide también la actividad en el sector manufacturero. Sin embargo, este indicador ha mejorado en la zona euro, donde ha crecido desde 52,5 hasta 52,9 puntos. En Alemania ha mejorado ligeramente la actividad en el sector servicios. La lectura ha pasado de 55 a 55,4 puntos, con una suave mejora también en el índice compuesto.   

En España la producción industrial (según el dato corregido de los efectos estacionales) ha dado una pequeña alegría, ya que aumentado un 1,7 por ciento en abril respecto al registro de hace un año. Las ventas al por menor en la zona euro se han contraído un 0,4 por ciento en el mes de abril frente a marzo. En tasa interanual han crecido un 1,5 por ciento, frente al 2 por ciento contabilizado anteriormente. En Estados Unidos se han publicado dos indicadores de diferente signo. Por una parte se ha deteriorado la encuesta ADP de empleo en el sector privado, -que ha mostrado a su peor lectura en la última década-,  pero ha mejorado el PMI servicios. Hoy, tras el cierre de las Bolsas europeas, se conocerá el Libro Beige de la Reserva, que pasa revista a la situación y las perspectivas de la economía y que servirá como referencia para el comité de mercado abierto del próximo día 19.  La conclusión que se desprende de todas esta retahíla de cifras es que mejora la actividad global, pero con dificultades, desequilibrios y, sobre todo, con un ritmo muy modesto. 

El Banco Mundial ha rebajado sus expectativas de crecimiento económico global en tres décimas para este año, hasta el 2,6 por ciento. También ha recortado su pronóstico para 2020 en una décima hasta el 2,7 por ciento, mientras mantiene su previsión para 2021 en el 2,8 por ciento. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional ha rebajado su previsión de crecimiento para China en una décima, hasta el 6,2 por ciento en ese año y al 6 en el próximo ejercicio. Cree que el gigante amarillo irá debilitándose progresivamente como consecuencia de la guerra comercial hasta alcanzar el 5,5 por ciento en 2024.  El FMI ha cuantificado las pérdidas de crecimiento económico por la guerra comercial entre China y Estados Unidos en torno a los 455.000 millones de dólares.  

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