Los mercados se crispan de nuevo tras el ataque de Irán a dos bases estadounidenses

No ha durado mucho el espejismo de relativa calma que se respiraba ayer en torno al enfrentamiento entre Irán y Estados Unidos. La cuerda estaba muy tensa y podía romperse por cualquier lado. Y así ha sido.  Teherán ha optado por tomar represalias sin mayor dilación y ha aumentado exponencialmente la crispación al lanzar una quincena de misiles balísticos sobre dos bases estadounidenses en Iraq. Ahora el presidente Trump debe decidir si cumple sus amenazas y lanza una dura y devastadora respuesta sobre los 52 objetivos que asegura tener localizados. La incertidumbre está servida.

El resultado de este nuevo incremento de la tensión prebélica en el Golfo ha sido una subida del petróleo, que hoy supera de nuevo con holgura los 69 dólares por barril, y un alza vertical en el precio del oro, que roza los 1.600 dólares por onza. Hace un año el vil metal se pagaba a menos de 1.300 dólares. Hoy se conocerá el estado de las reservas de crudo y carburantes de la Agencia Internacional de la Energía.  El dinero ha buscado refugio también en el dólar y en el yen japonés.

Las Bolsas se han teñido de rojo. La de Tokio ha perdido esta madrugada más de un 1,5 por ciento. Con recortes superiores al 1 por ciento se mueven los mercados de Shanghai y Hong Kong. Las Bolsas europeas han abierto con signo negativo. El índice Ibex 35 pierde un 0,5 por ciento tras las primeras operaciones del dia, hasta 9.530 puntos. La de hoy puede ser la cuarta sesión bajista. Los inversores siguen muy atentos también a posibles reacciones en el mercado de deuda pública tras la sesión de investidura de ayer del nuevo presidente del gobierno.  La piedra de toque seguramente llegará mañana  cuando el Tesoro vuelva a los mercados en busca de financiación. Entonces se comprobará si se reduce o no el interés de los inversores extranjeros por la deuda española. Los mercados se muestran nerviosos y expectantes, aunque lo cierto es que no hay pánico ni reacciones excesivamente escandalosas.

Hoy  se conocerán los indicadores que miden la confianza empresarial y del consumidor de la zona euro, una referencia importante porque buena parte del PIB europeo se debe directamente a la actividad del consumo privado. Ya se sabe que los pedidos a fábricas en Alemania se han contraído un 1,3 por ciento en noviembre, cuando se esperaba una libera mejoría. Este dato enfría el incipiente optimismo que han dejado algunos de los últimos indicadores.  Entre ellos, el IPC adelantado de la zona euro, que ha repuntado hasta el 1,3 por ciento, frente al 1 por ciento anterior.

Además, han crecido las ventas al por menor en la eurozona. En noviembre han repuntado un 1 por ciento, con una tasa interanual del 2,2 por ciento, muy por encima del 1,7 por ciento de la lectura precedente. El índice PMI del sector de construcción en Alemania ha aumentado en diciembre desde 52,5 hasta 53,8 puntos, sin olvidar los indicadores de actividad en el sector servicios en España y en el resto de Europa. Las cifras han sido en general mejores de lo que se esperaba. También han mejorado los índices compuestos, que miden tanto la actividad en el sector servicios como en el manufacturero. En Alemania este indicador ha superado los 50 puntos y ha salido de la zona de contracción. Estos datos quedan ahora un tanto en entredicho y a falta de confirmación.

A pesar de la urgencia de otras referencias y consideraciones, los mercados no han dejado de vigilar con el rabillo de ojo la evolución de las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos. En principio se espera que una delegación china de máximo nivel llegue el día 13 a Washington para firmar la primera fase de los acuerdos el miércoles 15.