Los mercados europeos no se dejan impresionar por el aparatoso desplome de la Bolsa de Shanghai

 La Bolsa china de Shanghai ha vuelto a  abrir hoy sus puertas tras un largo periodo en el dique seco para celebrar el nuevo año lunar.  Lo ha hecho con una caída del 7,7  por ciento. Llevaba cerrada desde el 23 de enero. Ha recogido de un plumazo todas las malas noticias referidas al brote de coronavirus, así como la repercusión de esta epidemia sobre la actividad económica y sobre las Bolsas mundiales. Así que, en realidad, lo único que ha hecho la Bolsa de la China continental ha sido ponerse al día con lo que ha pasado en los demás mercados mientras estaba cerrada. No ha ido mucho más allá. Las autoridades monetarias chinas han inyectado en el sistema 1,2 billones de yuanes, cerca de 160.000 millones de euros, para  evitar un estrangulamiento de la liquidez. La Bolsa de Hong Kong ha cerrado plana, mientras la de Tokio ha perdido un 1 por  ciento.

Las Bolsas europeas y las de Estados Unidos sufrieron de lo lindo en la última sesión de la semana pasada. Pintaron bastos con dureza. Pero hoy toca recuperación. Toca intentarlo, al menos. El índice Dow Jones de valores industriales de la Bolsa de Nueva York perdió el viernes un 2 por ciento. No es frecuente ver caídas de ese calibre en el mayor mercado de valores del mundo. Pero hoy el mercado de futuros apunta subidas en Wall Street del orden de medio punto.

Dentro de casa, el índice Ibex 35 arranca la semana con una subida del 0,4 por ciento, hasta 9.410 puntos. Cayó un 2 por ciento la semana pasada.  Suben Inditex, Telefónica, siemens Gamesa, Cellnex  y los bancos. El Sabadell, que se desplomó el viernes, hoy busca un muro de contención. Bajan ACS, Repsol y Arcelor. 

Esta semana los mercados tendrán que digerir una nueva batería de indicadores económicos. Hoy se conocerán  los datos de crecimiento referidos al sector manufacturero. En general se espera un empeoramiento en este indicador, que podría reducirse en España y en el conjunto de la eurozona.  El miércoles se esperan los datos de actividad referidos al sector de servicios. En este caso los analistas creen que puede haberse debilitado en Alemania, aunque se espera una mejora en el conjunto de la zona euro. Además, el miércoles se conocerán las ventas al por menor en Europa. Los pronósticos no son demasiado halagüeños. Se espera un crecimiento del 1,3 por ciento, cuando el dato anterior mostraba un crecimiento superior al 2.

El jueves el Banco Central Europeo publicará su boletín económico y también sus previsiones. El jueves, además, el Tesoro español vuelve al mercado en busca de financiación Colocará bonos y obligaciones. En enero la tesorería pública ha colocado ya 17.000 millones de euros. Espera ingresar cerca de 120.000 millones en este año.

Pero la cita grande de la semana llegará el viernes con las publicación de las cifras de paro de Estados Unidos. Los analistas creen que la tasa de paro se mantiene en el 3,5 por ciento. Estiman  que la economía estadounidense creó el mes pasado 156.000 empleos no agrícolas, que sería algo más que en el mes anterior.  El viernes, además, se conocerán la producción industrial en España y la balanza comercial de Alemania. Para la primera los analistas estiman un dato muy tibio, con un crecimiento de apenas seis décimas, cuando en el mes precedente había  aumentado más de dos puntos. Para la balanza comercial alemana se espera un aumento del superávit hasta los 20.000 millones de euros.