Los Reyes Magos se portan bien con la Bolsa española en este comienzo de año

Nada de carbón. Oro han dejado los Reyes en los zapatos de los mercados. Los Magos de Oriente han sido generosos con la Bolsa española en estos primeros compases del año. El índice Ibex 35 arranca este viernes en 8.615 puntos, con una ganancia del 0,10 por ciento. La Bolsa ha sumado un 4,7 por ciento en lo que poco que va de ejercicio. Es su mejor comienzo de año de la última década. Varias empresas cotizan en máximos históricos, como Caixabank, Bankinter o Logista.

Esta mañana se publica el IPC del conjunto de la zona euro. Se espera que la tasa interanual se reduzca desde el 10,1 por ciento hasta el 9,5. Los analistas creen que la lenta pero progresiva mejora de la inflación puede inducir una actuación menos agresiva por parte del Banco Central Europeo. Seguirá subiendo tipos, pero a un ritmo más moderado.

La otra gran referencia del día para los mercados son las cifras de empleo de Estados Unidos. Son los datos referidos a diciembre. Se conocerán a las dos y media hora española. La mejora en la creación de empleo privado y el descenso en las peticiones semanales de subsidios por desempleo, que se conocieron ayer, hacen pensar que hoy habrá también un buen dato de paro. Los inversores, en esta lógica que impera actualmente en los mercados, consideran que la Reserva Federal cuenta con más argumentos para extender las subidas de tipos de interés y para mantener elevado el precio del dinero durante más tiempo.

Los mercados comienzan a pensar que las primeras bajadas de tipos de interés no se verán en EEUU hasta 2024, cuando hasta ahora se esperaban a finales del año en curso. La reacción de los mercados ha sido automática: debilidad en Wall Street, repunte en la rentabilidad de los bonos estadounidenses y subida de dólar frente al euro y otras divisas. Hoy se publican también la confianza empresarial y del consumidor, y las ventas al por menor en la zona euro. Ya se sabe que las ventas minoristas han empeorado en Alemania. Se han contraído un 5,9 por ciento en tasa anual, frente al menos 5 por ciento del mes anterior.

Los mercados, al menos los mercados europeos, creen que comienzan a desactivarse algunas de las grandes bombas de relojería que penden sobre los ánimos de los inversores. Los más optimistas consideran que se moderará progresivamente el ritmo de enfriamiento de la actividad económica mundial. Ya ha empezado a doblegarse la brutal escalada de la inflación, así que pronto se suavizará el ritmo de aumento de los tipos de interés. Sólo falta que se matice la crisis de energética y mejore el estrangulamiento de las cadenas de suministro. El que no se consuela es porque no quiere.

En el otro platillo de la balanza, sigue viva la espada de Damocles de la guerra en Ucrania y pesa la menor pujanza de la economía de China ante el rebrote de la pandemia de coronavirus tras el fin de la férrea política de Covid cero en el gigante asiático.

En los demás mercados, el petróleo se mantiene en 79 dólares por barril. La rentabilidad de los bonos baja ligeramente, hasta el 3,33 por ciento. Hace pocos días superaba el 3,5 por ciento. En las divisas el euro pierde fuelle. La moneda europea se cambia esta mañana por poco más de 1,05 dólares.