Marc Vidal avisa de la consecuencia de que los jóvenes que trabajan tengan cada vez menos ahorro: "Afecta"
El analista económico explica las razones que esconde el dato del INE que asegura que uno de cada cuatro españoles está en riesgo de pobreza.
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Uno de cada cuatro españoles está en riesgo de pobreza. Es lo que se desprende del informe sobre las condiciones de vida en España, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y que emplea la tasa AROPE por sus siglas en inglés (At Risk Of Poverty and Exclusion), para determinar el riesgo de pobreza y exclusión social, considerando tres componentes principales: ingresos por debajo de la media nacional, baja intensidad de trabajo y carencia material severa.
Pues bien, "el estudio revela que la tasa de población en riesgo de pobreza o de exclusión social ha subido al 26.4% en la población en general y de un tremendo 34.3% entre los menores", según explica el analista económico, Marc Vidal en Herrera en COPE.
Algo en su opinión "paradójico" porque España, señala que "nos dicen lidera el crecimiento de la Unión Europea, sea el cuarto país de la Unión Europea con mayor proporción de su población en riesgo de pobreza o exclusión social, solo superado por Rumanía (34.4%), Bulgaria (32.2%) y Grecia (26.3%), de acuerdo con Eurostat".
¿Cómo se mide exactamente la carencia material severa?
En concreto, se refiere a las "personas que no pueden permitirse al menos cuatro de las siguientes elementos de vida; pago a tiempo de gastos de vivienda, una comida de proteínas cada dos días, mantener la vivienda a una temperatura adecuada, enfrentar gastos imprevistos, vacaciones al menos una semana al año, disponer de televisión, lavadora, coche o teléfono".
Pero hay otro factor importante; "la baja intensidad laboral". Es decir, "aquellos hogares donde los miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20% de su potencial durante el año anterior".
Las generaciones productivas, más pobres
Cuando se dice que la inflación es un "impuesto a la pobreza, es por esto", explica Vidal. "La pérdida de poder adquisitivo ha impactado significativamente en la economía doméstica, especialmente en los alimentos y la energía".
Como resultado, "1 de cada 5 españoles no pudo mantener su vivienda a una temperatura adecuada durante el último año. O también, que la capacidad de ahorro de los hogares que se ha visto mermada. Un 37% de los españoles es incapaz de enfrentar gastos imprevistos sin recurrir a préstamos o pagos a plazos".
A su juicio, lo más preocupante, es que "este fenómeno de empobrecimiento severo sólo afecta a los menores de 65 años". "Esto quiere decir, paradójicamente, algo bueno y algo muy malo. Lo bueno es que nuestros mayores han logrado amortiguar, con la actualización de las pensiones al IPC, el riesgo de exclusión social".
Por otro lado, lo "malísimo" es que esto indica, "que las generaciones productivas cada vez son más pobres, tienen menos ahorros y observan cada vez más alejada, la Salida de Emergencia".