Marc Vidal avisa de la grave implicación que supone no aprobar unos presupuestos nuevos
El analista económico advierte de la debilidad que supone que el Gobierno español no lograra aprobar los Presupuestos de 2024
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Si el gobierno español no logra aprobar los Presupuestos de 2024, sólo le queda prorrogar los Presupuestos de 2023. Esa es la realidad y de hecho "esa es la posibilidad con la que cuenta el ejecutivo actual, prorrogar los del año pasado y centrarse en cómo lograr la aprobación de los del año 2025", explica el analista económico Marc Vidal, en Herrera en COPE.
Independientemente de la debilidad que traslada esta situación, señala "que un gobierno no pueda aprobar unos presupuestos nuevos y que tenga que prorrogar los anteriores, "plantea desafíos importantes y tiene graves implicaciones".
¿Cuáles? Marc Vidal explica las siguientes:
1. Continuidad Financiera, "ya que se garantiza la continuidad de los servicios públicos y las obligaciones del Estado, ya que los presupuestos anteriores siguen siendo válidos y operativos".
2. Limitaciones en Nuevas Políticas, "pues el gobierno se ve limitado para implementar nuevas políticas o proyectos que requieran asignaciones presupuestarias adicionales o diferentes, ya que no se han aprobado nuevos fondos o reasignaciones".
Esto además se traduce en una rigidez del gasto público muy arriesgada. Hablamos de la falta de flexibilidad, es decir, " la prórroga presupuestaria reduce la capacidad de maniobra de un gobierno, porque no permite adaptar el presupuesto a cambios en el contexto económico o social que vayan surgiendo o que se hayan producido desde la aprobación del último presupuesto".
Este es un punto importante, advierte el experto que "ya lo hemos visto en los últimos años". "Vivimos en un mundo tremendamente líquido, repleto de imprevistos, que precisa de agilidad presupuestaria, todo lo contrario a lo que una prórroga de las cuentas públicas proporciona".
La imagen de España, en la picota
Pero habría un cuarto factor. "El propio impacto político a nivel interno, pero también de imagen externa. La incapacidad para aprobar un nuevo presupuesto puede reflejar un escenario de inestabilidad política lo que siempre tiene repercusiones en la confianza de los mercados y de los inversores externos".
Y todavía tendríamos una quinta, "la limitación que derivaría en la capacidad de negociación del gobierno ante cualquier conflicto social, empresarial, sindical o, incluso, de índole internacional".
En la mayoría de estos casos, "no se podría llegar a acuerdos que exijan una aprobación previa de un nuevo presupuesto".
Parálisis
"Aunque es un mecanismo que asegura la continuidad administrativa y financiera del Estado, una prórroga de los presupuestos no es una situación ideal, indica una cierta parálisis en la capacidad del gobierno para ejecutar su programa político y adaptarse a las nuevas circunstancias económicas y sociales".
Ahora bien, "atendiendo a que la previsión del Gobierno era incrementar el gasto público con unos nuevos presupuestos, casi es mejor malo conocido que bueno por conocer. Básicamente porque en el proyecto económico de este ejecutivo no aparece ninguna salida de emergencia", concluye Marc Vidal.