La OMS tranquiliza a los mercados al no decretar la alerta sanitaria internacional
El índice Ibex 35 sube un 0,9 por ciento tras las primeras operaciones del día y recupera la cota de los 9.600 puntos
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La Bolsa abre con ganancias. Intenta poner fin a una racha de cuatro sesiones consecutivas con números rojos. El índice Ibex 35 sube un 0,9 por ciento tras las primeras operaciones del día y recupera la cota de los 9.600 puntos. En el conjunto de la semana y a falta del cierre de hoy, la Bolsa ha perdido algo menos de un 1 por ciento. El balance en lo que va de año es ligeramente positivo. La Bolsa española sólo ha subido en cuatro de las 16 sesiones que se han celebrado en este año. La de hoy puede ser la quinta. Y no hay quinto malo.
Hoy toca recuperar el resuello. La decisión de la Organización Mundial de la Salud de no decretar la aleta sanitaria internacional ha calmado a los mercados. Las Bolsas chinas ya están cerradas hoy, y así seguirán en los primeros días de la semana próxima, por la celebración del año nuevo lunar. Y es reduce la tensión sobre las plazas occidentales.
Hoy se publicarán los índices PMI, los indicadores de actividad en el sector industrial y en el de servicios en Europa y Estados Unidos. Ya se sabe el PMI de Japón ha mostrado una lectura de 49,3 puntos, frente a los 48,4 del registro anterior. Se produce una ligera mejora, pero este indicador continúa por debajo de 50 puntos, lo que indica contracción de la actividad.
En general y a pesar del respiro de hoy, los mercados siguen preocupados por la propagación del coronavirus, también por las amenazas del presidente de EEUU de gravar a los automóviles europeos si algunos países insisten en imponer la llamada tasa Google y por el temor a que se complique la situación política en Italia. Los expertos recuerdan que Inditex, Gestamp, Cie Automotive, Siemens Gamesa tiene presencia directa o intereses en la ciudad china de Wuhan, el foco de la epidemia del coronavirus. Muchas otras empresas españolas tienen intereses en China, entre ellas Arcelor y Acerinox o Grifols.
En los demás mercados, el oro se paga a 1.560 dólares por onza, mientras el euro se cambia por menos de 1,11 dólares. La libra esterlina repunta y recupera el cambio de 1,31 dólares. La agencia Moody's de calificación de riesgos cree que el PIB del Reino Unido se desacelerará este año hasta llegar al 1 por ciento. El Banco de Inglaterra no descarta bajar el precio del dinero si la economía se deteriora tras el Brexit.
Los inversores estudian con atención las previsiones de los expertos. Los de Funcas estiman que la economía española crecerá un 1,5 por ciento en el ejercico en curso, frente al 1,9 del año 2018. Para 2021 espera un aumento del PIB del 1,7 por ciento. Los analistas de JP Morgan, en su estrategia para este año, prefieren la renta variable a la renta fija. En Bolsa prefieren las de Estados Unidos y los mercados emergentes. Por su parte, los expertos del banco suizo UBS creen que Unicaja y Banco Santander tienen un potencial de subida en Bolsa de doble dígito.
Los analistas de BBVA Asset Management señalan en un reciente informe que el índice paneuropeo Eurostoxx 50 cuenta con un potencial de revalorización del 10 por ciento en 2020. Los expertos de BBVA creen que la Bolsa española puede subir un 15 por ciento en este año, una vez que se ha eliminado la incertidumbre política. Este potencial de subida, según los analistas del banco, descansa no tanto en la mejora de los resultados empresariales sino en las pobres valoraciones actuales de numerosas empresas. Además, para que se materialicen estas subidas es necesario que los tipos de interés en la zona euro no bajen más y que la economía española se mantenga estable.
BBVA espera un tibio crecimiento del beneficio por acción de las empresas del Ibex del 1,9 por ciento en este año y en el siguiente. Espera, además, un repunte en los resultados del sector bancario, que puede servir de impulso para las cotizaciones. Esperan estabilidad en la deuda de Estados Unidos y Europa y no contemplan gran incertidumbre en las políticas monetarias de los grandes bancos centrales, sin mayores recortes de tipos en el Viejo Continente y con sólo una o dos rebajas más en el precio del dinero en EE.UU.