Pese a las peores previsiones del FMI, la Bolsa consigue parar el golpe y firma tablas al cierre

Durante la mañana el índice Ibex 35 ha llegado a perder más de un 1 por ciento, pero ha cerrado con otra cara totalmente distinta. Los inversores han aprovechado los últimos recortes en los precios para comprar. Para subirse al carro del mercado, no para bajarse en marcha. Al cierre el Ibex ha subido un 0,4 por ciento, hasta 8.935 puntos. Queda para mañana muy lejos de los mínimos del día de 8.750 puntos. Telefónica, Iberdrola, Repsol, las acereras, casi todos los bancos y las eléctricas han terminado la sesión con ganancias.

Y eso que las referencias no han sido buenas. El índice ZEW que mide la confianza inversora y empresarial de Alemania se ha quedado ligeramente por debajo de lo que esperaba el mercado, con una lectura de 22,3 puntos. En el mes anterior había marcado un registro de 26,5 puntos. Los últimos indicadores que se han publicado apuntan insistentemente hacia un enfriamiento de la recuperación en Alemania y en el conjunto de Europa.

El Fondo Monetario Internacional ha rebajado en cinco décimas su estimación de crecimiento económico de España en este ejercicio. Ha reducido su pronóstico cinco décimas, hasta el 5,7 por ciento. Sin embargo ha incrementado su previsión para el próximo ejercicio desde el 5,8 al 6,4 por ciento. El conjunto de las economías desarrolladas crecerá este año un 5,2 por ciento, cuatro décimas por debajo de las previsiones que realizó en julio.

Considera que la inflación tocará techo a finales de año, para volver a los niveles prepandemia a mediados de 2022. La presidenta del FMI, Kristalina Georgieva, advierte de que este pronóstico contiene un alto nivel de incertidumbre, por lo que la inflación podría permanecer elevado durante más tiempo. En cualquier caso, el Fondo sostiene la misma tesis que la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, que consideran que el actual repunte de la inflación es temporal. En su informe sobre perspectiva económica mundial el FMI aconseja a los grandes bancos centrales que midan bien los tiempos, que esperen a comprobar la evolución de la inflación y que no endurezcan su política monetaria demasiado pronto. La presidenta del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, asegura que China y Estados Unidos seguirán actuando como locomotoras del mundo, aunque su impulso se va enfriando.

Crece el temor a la estanflación. Escaso crecimiento con inflación. Así lo señalan los últimos indicadores de actividad del sector manufacturero. La economía sigue creciendo, pero a un ritmo cada vez más tibio. Se dejan notar las interrupciones en el suministro de semiconductores y otros componentes electrónicos, lo que ha dificultado la actividad fabril. El FMI teme que los grandes bancos centrales eleven el precio del dinero antes de lo que se pensaba para contener la escalada de la inflación, lo que lastrará el crecimiento.

Los analistas de la Fundación de las Cajas de Ahorro, Funcas, consideran muy difícil que la economía española crezca este año un 6 por ciento, después de que recientemente el Instituto Nacional de Estadística haya rebajado el crecimiento del PIB en el segundo trimestre del 2,8 al 1,1 por ciento. Funcas cree que el consumo privado ha crecido menos de lo estimado inicialmente. Por su parte el Banco de España ha revisado sus previsiones a la baja. Ahora espera un 6,3 por ciento este año. Los expertos de BBVA y los del Banco Santander han reducido sus estimaciones de crecimiento para la economía española en este año. Los analistas del banco francés Natixis también han recortado sus proyecciones un punto, hasta el 5 por ciento. Para 2022 estima un 5,6 por ciento. Hace pocos días el INE rebajó el dato de PIB del segundo trimestre de hasta el 1,1 por ciento, frente al 2,8 por ciento. Pese a este recorte, el gobierno mantiene su previsión del 6,5 por ciento en este ejercicio y del 7 por ciento en el próximo.