Pese al repunte de la inflación, la Bolsa fuma la pipa de la paz tras la severa corrección que sufrió ayer

Ayer al final se complicaron mucho las cosas en las Bolsas. Se extendió el temor a que el repunte de la inflación no sea tan temporal y pasajero como se esperaba. Acaba de publicarse en España el IPC adelantado de septiembre. Se ha disparado hasta el 4 por ciento, su nivel más alto en 13 años. Queda muy lejos el objetivo del 2 por ciento que maneja el Banco Central Europeo. Hoy, por cierto, vuelven a comparecer los presidentes del BCE, Christine Lagarde, y de la Reserva Federal, Jerome Powell, con la subida (¿transitoria?) de la inflación como tema estrella. También se conocerán hoy el índice de confianza empresarial en España y de confianza del consumidor en la zona euro.

De momento, sigue subiendo el gas y la electricidad. Además, los altos precios del petróleo presionan todavía más sobre los carburantes. Es la tormenta perfecta que encarecerá numerosos alimentos, productos y servicios. El rebrote de la inflación está servida. La segunda derivada es que con una inflación más elevada, probablemente el precio del dinero subirá antes de lo que se pensaba. Primero en Estados Unidos, luego en Europa.

Pero hoy toca reacción en los mercados. Toca intentarlo, al menos. Los expertos del banco de negocios JP Morgan consideran que hoy por hoy las caídas en las Bolsas hay que considerarlas como oportunidades de compra. Aluden a la recuperación de la economía mundial y a la buena progresión de los beneficios empresariales. Respecto a este último punto, algunos analistas han rebajado ligeramente sus estimaciones de resultados del tercer trimestre, aunque mantienen sus perspectivas de sólido crecimiento de las cuentas en el sector industrial y en el de servicios.

El índice Ibex 35 abre la sesión en 8.820 puntos, con alza de un 0,6 por ciento. Ayer perdió un 2,5 por ciento. Flojean Telefónica y Repsol, pero suben los bancos. El BCE ha levantado a partir de octubre las limitaciones a los pagos de dividendo de las entidades financieras. Los bancos retomarán sin tardanza sus abonos a los accionistas, con pagos de entre un 30 y un 50 por ciento de su beneficio. Son buenas noticias para los más de cinco millones de accionistas con los que cuenta el sector bancario español, que se repartirán en total 7.000 millones de euros en los próximos meses. Bankinter abrirá el fuego, con el pago de un dividendo de 0,13 euros por acción. Pronto pagarán también Sabadell y Santander. Este último acaba de anunciar un dividendo y una recompra de acciones. El banco cántabro repartirá 4,85 céntimos de euro brutos por acción el día 2 de noviembre. En mayo abonará la misma cantidad con cargo a los resultados del ejercicio en curso. Además, recomprará títulos propios por 840 millones de euros. También BBVA tiene prevista una recompra de acciones por un 10 por ciento de su capital.

El día es más tranquilo en los mercados. Desde China llegan algunas noticias positivas. Evergrande ha comenzado a vender activos para hacer frente a sus compromisos de pago. Ya se ha desprendido de su participación de un 20 por ciento en un banco por 1.320 millones de dólares, que no es mucho porque este gigante promotor inmobiliario acumula una deuda de 300.000 millones de dólares. La agencia de calificación de riesgos Fitch ha rebajado el “rating” de la compañía por no atender en plazo la pasada semana el pago de los intereses de sus bonos en dólares. Hoy mismo vence otro pago de 45 millones de dólares.

En el otro platillo de la balanza se encuentran los problemas de Estados Unidos. El Congreso de aquél país sigue empantanado, incapaz de aprobar la ampliación del techo de gasto. La directora del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, ha vuelto a advertir sobre el peligro de un "default". Ha utilizado la palabra “calamity” para referirse a lo que puede llegar si no se eleva de inmediato el techo de deuda y de gasto. Es un dato.