Un Primero de Mayo con poco que celebrar

El coronavirus deja un mercado laboral tocado. El 40% de los activos cobra ahora del Estado

Un Primero de Mayo con poco que celebrar

Joaquín Vizmanos

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Es un Día del Trabajador atípico, como casi todo últimamente. Las manifestaciones en las calles, cada vez menos numerosas, se trasladan hoy a las redes sociales. UGT y CCOO han optado por una movilización virtual para reclamar que los derechos laborales no se vean afectados por la crisis del coronavirus. Desde luego este año hay que poco que celebrar. El Covid-19 está dejando unos efectos letales también en la economía, en el mercado laboral.

La foto actual no arroja dudas. En este momento tenemos más de 3,5 millones de parados, los trabajadores acogidos a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) superan los 4 millones y hay otro 1,2 millones de autónomos que reciben la prestación extraordinaria por cese de actividad. En total, unos 9 millones de activos, casi el 40%, que cobran ahora mismo del Estado. Lo nunca visto. Sumen a esa cuenta los casi 9,8 millones de pensiones que se pagan y comprobarán que la factura es inasumible si dura mucho tiempo.

El problema es que el paro ha vuelto para quedarse a corto-medio plazo. No puede ser de otra forma con caídas del PIB de dos dígitos como las que se manejan. Es cierto que no llegaremos a ver la tasa de desempleo por encima del 26% de la población activa que alcanzamos a comienzos de 2013, con 6,2 millones de personas sin trabajo, pero tampoco andaremos muy lejos, según las previsiones de los principales organismos nacionales e internacionales. Todos tienen claro que superará este año el 20% y que el descenso, a partir de 2021, será muy lento. Y es que la recuperación no será tan rápida como parecía hace un mes. A las empresas les va a costar mucho aguantar la plantilla, sobre todo si los ERTEs no se prolongan más allá del estado de alarma. Es la principal reclamación que escuchamos en las últimas semanas de hosteleros, de todo el sector del turismo, en general de pymes y autónomos que son los más afectados por esta crisis. Si esos expedientes temporales no se mantienen, ante la desescalada gradual de la actividad, muchos negocios se pueden ver obligados a echar el cierre definitivo.

CARA Y CRUZ

Con ese panorama es lógico que cunda el pesimismo entre los parados. Miguel Ángel se quedó en el desempleo poco antes de la crisis, a mediados de febrero. Trabajaba en el sector de las telecomunicaciones. Asegura a COPE que ahora mismo es muy complicado encontrar un puesto de trabajo. “Ya lo era antes del coronavirus y ahora con esto, se hace imposible. Con el cierre de las empresas hay poco movimiento de contratación y lo veo muy negro”, afirma.

Sin embargo, hay quien encuentra un empleo en plena pandemia. Le ha pasado a Judith. Tiene 26 años. Le hicieron un ERTE en su anterior trabajo y ha decidido buscar otras opciones. Desde el 16 de abril está como repartidora en SEUR, en Barcelona. ”Estoy muy contenta con esta oportunidad, he encontrado un buen ambiente, con todas las medidas de seguridad”, señala. También Carlos ha encontrado un hueco laboral gracias a esta crisis, como teleoperador. Me cuenta que da “ayuda y soporte con el tema de la moratoria hipotecaria, en recibos de la luz a clientes y la verdad es que me ha venido muy bien”.

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