¿Qué es el 'banco malo'? Las claves del plan del Gobierno para controlar la Sareb

El Gobierno ha iniciado un proceso para que el Estado controle la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). El Ejecutivo ha iniciado un proceso para que el Estado pueda tomar el control de la Sareb. El Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto-ley que permitirá al Estado elevar su participación actual del 45,9 % en la Sareb más allá del 50 %, en un porcentaje aún por decidir pero que, según fuentes financieras, parece que no será del 100%.

Hasta el momento, parece que el Gobierno solo busca tener el control y algunos de los históricos accionistas podrían seguir formando parte del capital de la Sareb para defender sus intereses y no tener que renunciar a los créditos fiscales diferidos generados por su inversión. En la actualidad, las acciones están repartidas entre diferentes entidades entre las que destacan: FROB con un 45,9 % de la Sareb, Banco Santander con un 22,21 %, CaixaBank con el 12,24 %, Sabadell con el 6,61 %, Kutxabank con el 2,53 %, Ibercaja Banco con el 1,43 % y Bankinter con el 1,37 %. Por tanto, el Estado tiene un 45,9% del accionariado y el 54,1% restante recae sobre bancos y aseguradoras. Fuentes financieras explican que es un paso clave para la futura nacionalización de la Sareb y que la operación se podría cerrar en un euro para que las entidades financieras puedan maximizar los créditos fiscales.

La nacionalización de Sareb ha generado tensiones en el Gobierno de coalición. Podemos quiso aprovechar esta situación para destinar los inmuebles que recibe el Estado a vivienda social y planteó que el 75% de los activos se empleen en alquiler social. "Nuestro país vive una emergencia habitacional y es urgente que los grandes propietarios, especialmente si son empresas con capital público, se corresponsabilicen de la garantía del derecho a la vivienda", explicó la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. Sin embargo, el PSOE rechazó la propuesta de incluir sus propuestas en el cambio de estructura y funcionamiento de la Sareb, algo que desde la formación morada reprochan a sus socios de Gobierno.

¿Qué es el Sareb o 'banco malo?

Este organismo, conocido como 'el banco malo', se creó en 2012 como una de las claves para que España recibiese los fondos europeos para la recuperación económica después de la crisis de 2008. El propósito era sanear el sistema financiero español y que esta empresa fuese la que vende los activos que fueron traspasados por las entidades que recibieron ayudas públicas.

Entre 2012 y 2013 Sareb recibió casi 200.000 inmuebles procedentes de nueve bancos por un valor de 50.781 millones de euros. El 77,7% de estos activos eran financieros como créditos y préstamos y el 22,3% restante eran activos inmobiliarios como viviendas, oficinas, locales o terrenos. Estos productos provenían de nueve entidades financieras diferentes que habían sido intervenidas por el (FROB): BFA-Bankia, Catalunya Banc, Banco de Valencia, Novagalicia Banco, Banco Gallego, BMN, Liberbank, Caja3 y CEISS.

Esta compra de activos se realizó por medio de la emisión de bonos avalados por el Tesoro Público y se llegó al compromiso de desinvertir la totalidad de los activos para solventar la deuda en 2027 y que desapareciese la entidad. Sin embargo, en la actualidad la entidad sigue teniendo en su poder 144.000 activos por valor de más de 30.000 millones de euros.

El movimiento por parte del Gobierno llega casi un año después de que la oficina estadística europea, Eurostat, decidiese incorporar la Sareb dentro del perímetro de las cuentas del Estado. Esto provocó la deuda pública sumase 35.000 millones en 2020 y más de 10.000 millones de déficit, lo que propició que el Estado se movilizase para aumentar su control sobre la empresa. El Ministerio de Asuntos Económicos ha concretado que esta decisión del Eurostat hizo que fuese "imprescindible" adaptar la nueva situación a la "realidad contable e institucional".

En el acuerdo inicial el Estado no podía tener más del 50% del accionariado, pero con esta aprobación del Gobierno se pretende cambiar esta condición. Aunque no se conozca la cantidad del accionariado con el que se va a hacer el Estado, parece que la intención del Gobierno es sacar a los bancos del accionariado para hacerse con el control y nacionalizar la Sareb.

Para hacer que los bancos se marchen de esta entidad, parece que la vía será comprar las acciones por un valor simbólico de un euro, pero el Gobierno de coalición de PSOE y Podemos tendrá que dar beneficios fiscales a la banca tal y como exigen estos organismos, algo que los votantes de ambos partidos verían con muy malos ojos.