La pandemia está cambiando muchos hábitos y acelerando procesos de transformación, sobre todo los que tienen que ver con el entorno digital que nos ayuda a evitar, entre otras cosas, el contacto físico. En este punto está tomando especial protagonismo el uso aplicaciones móviles que permiten pagar la compra con el simple gesto de acercar el teléfono al datáfono. Y en este contexto se encuadra el impulso que se quiere dar desde el BCE al euro digital. A mediados de año podríamos asistir a las primeras pruebas piloto.

En China ya están en ello. El gigante asiático está probando el yuan digital, que llevan unos seis años definiendo. En la UE hay países como Alemania que apremian para que se desarrolle esa divisa digital y de hecho el BCE, que lanzó una consulta pública, ha constatado que este tema es el que mayor interés ha generado hasta el momento entre ciudadanos, empresas y asociaciones industriales. Pero... ¿Qué es el euro digital?

La definición más sencilla es la que ofrece Miguel Antón, doctor en finanzas y profesor del IESE: "Es una moneda electrónica, gestionada y supervisada por el Banco Central Europeo, que podrá ser usada por ciudadanos y empresas para realizar sus pagos". Pero... ¿son lo mismo que las famosas criptomonedas? Pues no porque, como nos explica el experto, una criptomoneda, como el bitcoin, no está supervisada por ningún banco ni ningún gobierno, sino que está supervisada por una gran mayoría, es una especie de moneda democrática. Así que la principal diferencia es que el euro digital estará respaldado por el BCE con todas las garantías que eso implica.

El euro digital vendrá a complementar el euro físico y con él que compartirá muchas más similitudes que con la criptomoneda. Miguel Antón, doctor en finanzas y profesor del IESE, recuerda que el dinero en efectivo se caracteriza por su universalidad (todo el mundo tiene acceso a él), el anonimato (el euro que cae en nuestras manos no sabemos qué recorrido ha hecho), no es un medio de inversión (un euro siempre vale un euro) y puede ser verificado (tiene un número de serie de emisión del BCE).

¿Cómo afectará en nuestro día a día? Habrá que ver las características concretas, pero en principio podríamos acceder al euro digital abriendo una cuenta con el BCE, sin intermediarios o recibir esas divisas en una aplicación de "wallet", un monedero digital. Se espera que simplifique los pagos, que los haga más seguros y que el euro se fortalezca frente a las nuevas monedas digitales que van cogiendo fuerza como medio de pago y que al no estar controladas por los gobierno o bancos centrales pueden a exponer a las economías a riesgos importantes. También hay riesgos como que caigan los depósitos en los bancos privados lo que supondría menos dinero para conceder préstamos. Por eso los expertos insisten en que se siguen analizando los pros y los contras de una nueva moneda que llegará más pronto que tarde.