El Tesoro Público descarta un castigo de los inversores al nuevo Gobierno
Augura deuda más barata y una mejora del rating
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“No espero ningún castigo, en absoluto”. Así de tajante ha contestado el secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos San Basilio, a la pregunta de si los mercados pasarán factura al nuevo Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos. Al contrario, lo ve como un “paso positivo” que ayuda a reducir la incertidumbre tras meses de bloqueo político. Eso y la presentación de los próximos Presupuestos le lleva a pensar que aumentará la confianza de los inversores y reducirá los costes de financiación. No descarta incluso que conlleve una mejora de la calificación de nuestra deuda pública. Con todo reconoce que las agencias esperarán a conocer las medidas que toma el Ejecutivo.
San Basilio ha dejado claro que las cuentas públicas que el Gobierno presentará para 2020 estarán alineadas con los compromisos marcados por la Comisión Europea. “No vamos a romperlos, somos un país que ha sabido combinar el cumplimiento y la exigencia de estabilidad presupuestaria de Bruselas con un crecimiento suficiente para crear empleo”, ha subrayado. Este alto cargo, que depende del ministerio de Economía que dirige Nadia Calviño, mantiene que seguirán apostando por el crecimiento sostenible y las reformas recogidas en la llamada Agenda del Cambio.
Nuevo préstamo para pagar las pensiones
A la espera de los nuevos Presupuestos Generales del Estado, el Tesoro ha presentado su estrategia de financiación para 2020. La emisión neta de deuda prevista es de 32.500 millones de euros, 12.500 más que la cifra efectiva con la que concluyó el año pasado. Esa diferencia es el colchón que se da a la espera de la evolución de los tipos de interés, de las necesidades de las comunidades autónomas o del margen para elevar su préstamo a la Seguridad Social. De momento lo mantiene en los 13.800 millones de euros que servirán para pagar las extra de las pensiones, la verano y la de Navidades. Ahí habrá que seguir tirando de deuda porque no llega con las cotizaciones sociales y el Fondo de Reserva está agotado.
Bono verde
Una de las principales novedades de la estrategia de financiación en 2020 es la emisión en la segunda mitad del ejercicio de un bono verde a 20 años ligado a objetivos medioambientales. San Basilio ha precisado que la emisión sería similar a la de otros bonos a medio plazo, una primera emisión mediante sindicación y posteriormente se haría mediante subastas, con un formato homologable de bonos verdes emitido por soberanos en los últimos años.
La emisión de este bono verde, que será descontable por parte del BCE y que podrá comprarlo en sus intervenciones en mercado abierto, facilitará que haya otros inversores privados que emitan bonos verdes, y se conseguirá la señalización de un compromiso, la ampliación de base de inversores y reducción de costes de financiación a medio y largo plazo, al tiempo que se refuercen los incentivos para el desarrollo de un mercado de bonos verdes. El objetivo es que sea una referencia, para lo que el volumen mínimo que debería alcanzar sería unos 10.000 millones de euros, aunque esta es una meta para los próximos años