La trampa del vaso de agua en una entrevista de trabajo: lo que realmente buscan cuando te lo ofrecen

Presentarse a una entrevista de trabajo puede ser una experiencia difícil y estresante para muchas personas. No se trata solo de responder preguntas, sino de demostrar en pocos minutos quién eres, qué sabes hacer y por qué mereces una oportunidad. El objetivo es causar una buena impresión en muy poco tiempo.

Antes de una entrevista es común sentir ansiedad porque nos enfrentamos a la posibilidad de ser evaluados, juzgados y comparados con otros candidatos. Resulta esencial prepararse para las posibles preguntas que nos hagan, investigar sobre la empresa y practicar respuestas. 

Sin embargo, en ocasiones, por mucha preparación que tengamos, los nervios juegan en nuestra contra. Por eso existen multitud de estrategias que nos pueden ayudar tanto a calmar ese nerviosismo previo, como a impresionar durante la entrevista. 

estrategias para triunfar en una entrevista

Tener éxito en una entrevista de trabajo no depende solo de tener un buen currículum, sino también de cómo se presenta uno ante los reclutadores. Existen varias estrategias que pueden marcar la diferencia y aumentar las posibilidades de ser seleccionado. 

Una de las principales recomendaciones es prepararse bien. Esto incluye investigar a fondo sobre la empresa, conocer su historia, sus valores y el puesto al que aspiramos. Esa información permitirá adaptar las respuestas y demostrar verdadero interés. 

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También es fundamental practicar respuestas a preguntas comunes como: "¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades?" o "¿Por qué quieres trabajar aquí?". Ensayar ayuda a expresarse con claridad y seguridad. Además, es útil preparar ejemplos concretos de experiencias laborales que demuestren habilidades como el trabajo en equipo, la resolución de problemas o la iniciativa. 

La comunicación no verbal también juega un papel fundamental. Mantener una postura abierta, hacer contacto visual y sonreír transmite confianza y profesionalidad. De la misma forma, hay que cuidar el lenguaje corporal para no parecer nervioso o distraído.

Otra estrategia importante es hacer preguntas al final de la entrevista. Preguntar sobre el ambienta laboral, las oportunidades de crecimiento o los próximos pasos del proceso demuestra interés y compromiso. 

Algunos reclutadores buscan también evaluar aspectos menos obvios como la actitud y la capacidad de adaptación del candidato. Por ello, una de las estrategias más utilizadas es la conocida como la 'prueba del vaso de agua'.

¿en qué consiste la prueba del vaso de agua?

La prueba del vaso de agua es una técnica que algunos entrevistadores utilizan para observar el comportamiento de los candidatos en una situación aparentemente simple. Consiste, básicamente, en ofrecer un vaso de agua al entrevistado al inicio o durante la entrevista. 

Aunque parezca un gesto de cortesía que no tiene mayor importancia, en realidad sirve para evaluar aspectos clave de la actitud de la persona. Lo que el entrevistador observa no es si el candidato acepta o rechaza el vaso de agua, sino lo que hace con él al finalizar la entrevista.

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Si el candidato recoge el vaso y lo lleva con él para dejarlo en un lugar apropiado o pregunta qué puede hacer con él, puede interpretarse como una señal de educación, respeto, empatía, iniciativa y responsabilidad.

En cambio, si simplemente lo deja sobre la mesa sin decir nada, algunos reclutadores pueden verlo como una falta de interés y atención a los detalles.

Esta prueba no determina por sí sola si alguien es apto o no para el trabajo, pero puede sumar puntos en una evaluación más amplia del comportamiento de las personas y sus valores. Resulta una sutil forma de medir la actitud y la consideración del entrevistado.