Trump aprieta las tuercas a Méjico y los mercados financieros vuelven a tambalearse
En estos días la volatilidad es máxima en todos los mercados
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A final la subida de las Bolsas de ayer se ha quedado en un “rebote de gato muerto”, en una reacción que no ha pasado de ser flor de un día y que se debió sólo a la acumulación de caídas en las sesiones anteriores y no a una mejora de la situación económica o geopolítica. De hecho, ha empeorado.
El índice Ibex 35 pierde un 1,15 por ciento tras las primeras operaciones del día. se coloca en 9.050 puntos. En el conjunto del mes de mayo, a falta del cierre de hoy, la Bolsa ha perdido más de un 5 por ciento lo que reduce la ganancia acumulada en lo que va de año a un 6 por ciento.
El epicentro del nuevo terremoto se encuentra en el mercado de divisas. Más concretamente en el peso mejicano, que cae un 2,5 por ciento frente al dólar (19,6 pesos por dólar, que es su peor cambio de este año) después de que el presidente Trump haya anunciado vía tuit nuevos aranceles a todos los productos mejicanos si el país no toma medidas para evitar la emigración a sus vecinos del norte. La amenaza es de una tarifa de inicial del 5 por ciento que entrará en vigor el 10 de junio y que podría llegar al 25 por ciento en octubre, lo que reabre una herida que los mercados consideraban cerrada, como es el acuerdo comercial entre ambos países. De hecho, pone en duda el acuerdo NAFTA firmado por Estados Unidos, Méjico y Canadá.
Tampoco ayudan los datos que se han publicado esta madrugada en China (el índice PMI manufacturero se ha situado por debajo de 50 puntos) y que indican una contracción de la actividad industrial en el gigante amarillo. Los inversores vuelven a rendirse a la cruda realidad, marcada por la guerra comercial de Estados Unidos contra el resto del mundo, por el enfriamiento de la actividad económica mundial, por las dudas que genera el Brexit y por el enfrentamiento entre Italia y la Comisión Europea.
De momento, hoy el petróleo se resiente ante el temor a una menor demanda de carburantes. Se paga a poco más de 64 dólares por barril, lo que completa la figura de una caída de diez dólares en tres semanas. Los inversores siguen la senda de los elefantes, huyen de la Bolsa y buscan un puerto de atraque en la deuda pública. Ayer el rendimiento de las obligaciones españolas a diez años marcó un nuevo mínimo histórico, en el 0,73 por ciento. Hoy se mueve algo más arriba, en el 0,76 por ciento. También se mueven en mínimos los bonos alemanes, que profundizan en los rendimientos negativos, ofrecen un menos 0,20 por ciento. Lo nunca visto.
En general, los inversores temen un fuerte enfriamiento de la actividad económica o incluso una recesión en toda regla a nivel mundial, por lo que prefieren colocar su dinero en títulos a corto plazo en lugar de invertir con un horizonte temporal más amplio. En Estados Unidos el bono a diez años rinde menos que los títulos a tres meses. La rentabilidad del bono estadounidense a diez años se encuentra hoy en el 2,17 por ciento, que es su nivel más bajo desde el año 2017. Se mantiene invertida la curva de tipos de interés lo que se considera como indicador de una próxima recesión. Tengan cuidado ahí fuera.