Sánchez encuentra en el cansancio la coartada para el resbalón con la Fiscalía antes de incendiarse a sí mismo
El presidente del Gobierno en funciones se ha apresurado a rectificar sobre el papel de la Fiscalía en la entrega de Puigdemont
Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Asumir como propio el papel de la Fiscalía en la entrega de Puigdemont se había convertido en un resbalón de Pedro Sánchez de calado. La salida del tiesto cuajó en la garganta y se hizo nudo en el equipo presidencial. Sánchez se ha visto en la tesitura de encontrar en el cansancio la coartada perfecta para sus palabras. Ha tardado 24 horas en intentar cerrarse ese frente. Sus colaboradores aconsejaron hacerlo con la mayor celeridad.
El líder se resistió hasta comprobar que estuvo a punto de incendiarse a sí mismo. El líder socialista, Pedro Sánchez, ha tratado de atajar las críticas de las que ha sido objeto desde los ámbitos judicial y político por afirmar que la Fiscalía depende del Gobierno al admitir que fue un "error" debido al cansancio de una intensa campaña, que así ha pretendido enderezar en su tramo final. Porque la polémica que arrancó el lunes en el debate en el que se comprometió a traer a España al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, huido a Bélgica, para que sea juzgado, todavía colea cuatro días después, como le ha recordado el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, en un mitin en Bilbao donde ha pedido para su partido el voto de los nacionalistas vascos. El secretario general de la formación morada ha recurrido a una irónica imitación de la voz del presidente en funciones para enfatizar cómo había metido "la gamba", y con voz engolada ha preguntado, "¿Pero quién controla la Fiscalía?", entre carcajadas de los asistentes al acto, recordando lo que Sánchez dijo ayer en RNE.