¿Puede Abascal repetir la jugada de Le Pen y acabar con el socialismo en España desde la derecha?

El partido de Marine Le Pen, el conocido ahora como Agrupación Nacional (Reassemblent National), conocido anteriormente como Frente Nacional, consiguió el pasado mes de mayo ganar las elecciones europeas en Francia con el 22,4% de los votos, en un claro mensaje al actual presidente francés Emmanuel Macron. La hija del conocido derechista, Jean-Marie Le Pen, ha conseguido disputar el primer puesto en la política al centro derecha pero, sobre todo, ha conseguido aglutinar gran parte del voto obrero que históricamente acaparaba el Partido Socialista de Francia.

En los pasados comicios de 2015, Le Pen aglutinó hasta el 35% del voto de la clase obrera, dejando tanto al PS francés como al partido de Mélenchon (extrema izquierda) con el 30% de los votos en sectores estratégicos. Bastante menos que la cifra que aglutinan en los feudos comunistas, que solía ser del 70% casi década antes. Es concretamente en Tolón, Marsella, Calais o Saint-Denis. Lo que el politólogo galo Pascual Perrineau calificó de 'gaucho-lepénisme'.

Desde Vox aseguran que podrían estar rescatando, al igual que ha hecho Le Pen en Francia, votos del Partido Socialista. Incluso desde algunos medios aseguran que el partido maneja cifras que podrían llegar hasta el 8% de los votantes totales de Pedro Sánchez.

Sin embargo, la machada del Frente Nacional en Francia tiene poco de casual y coincide más con un desmembramiento del socialismo que con un acoso y derribo (electoral). Benoit Hamon, candidato de los socialistas franceses, no fue apoyado ni por François Hollande ni por Manuel Valls. Hay que tener en cuenta también el factor 'segunda vuelta' en las elecciones presidenciales francesas, de las que quedaron fuera los partidos de izquierdas, y en la que sí entró Le Pen. Todo ello sumado a la fuerza con la que Mélenchon entró en la carrera electoral con su discurso anti OTAN.

Sin embargo, desde fuentes socialistas en España aseguran a COPE que no hay preocupación de que tenga lugar esa fuga, al menos no al nivel en el que lo aseguran desde la formación de Santiago Abascal.