El voto extranjero, decisivo en las elecciones del 23J: los dos posibles escenarios que lo pueden cambiar todo

Estadísticamente, el voto CERA podría variar los escaños de hasta 15 provincias españolas, aunque los cambios más significativos se darían en Gerona y Madrid

El voto extranjero, decisivo en las elecciones del 23J: los dos posibles escenarios que lo pueden cambiar todo

Diego Pinilla

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Los resultados de las elecciones generales del pasado 23J todavía pueden cambiar. Faltan por contabilizarse más de dos millones de papeletas correspondientes al voto de los españoles que residen en el extranjero. Solo entonces se conocerán los resultados definitivos de las elecciones y se dará por concluido el escrutinio. Y, después de que ningún partido haya obtenido mayoría parlamentaria, todavía no está claro que uno de los dos bloques vaya a lograr la mayoría simple necesaria para investir al futuro presidente del Gobierno.

Precisamente por eso, el voto del Censo de los Residentes Ausentes (CERA) ha adquirido una enorme importancia y todas las formaciones políticas están pendientes de lo que pueda pasar a partir del viernes. Y todo, después de que el pasado mes de octubre se suprimiera el voto rogado, aumentando significativamente el voto exterior.

Todos los focos apuntan a Gerona y Madrid

Ahora mismo, la situación política española está claramente dividida en dos bloques. En primer lugar, la izquierda aglutina 172 escaños en una posible investidura que encabezaría el PSOE (122), seguido de SUMAR (31), ERC (7), EH Bildu (6), PNV (5) y BNG (1). Por otro lado, la derecha suma 171 escaños con la coalición del Partido Popular (136), Vox (33), UPN (1) y Coalición Canaria (1). La clave está en Junts. El partido catalán cuenta con siete escaños y podría ser partícipe de una investidura de la izquierda con su abstención, al menos por ahora.

En Gerona, Junts Per Catalunya y el Partido Popular están en disputa por un escaño. Tan solo les separan 363 votos de diferencia a falta del recuento de unas 24.000 papeletas, que, en caso de recaer sobre los populares, conseguirían sumar un diputado a su bloque y llegar hasta los 172 puntos, igualando al PSOE. Todo estaría empatado y no bastaría con una abstención de Junts, los catalanes tendrían que mojarse y dar el sí a una investidura de Pedro Sánchez para que gobierne, y si no, habría elecciones nuevamente.

Puigdemont y Junts Per Catalunya serán decisivos para la formación de Gobierno

En Madrid la diferencia también es mínima. El PSOE aventaja en 1.749 votos al PP en la lucha por ese último escaño. Pero, aunque parezcan muchos, todavía restan por contabilizarse 376.495 votos CERA en la Comunidad de Madrid. En el hipotético caso de que Feijóo consiguiera arrebatarle ese escaño a Sánchez, los bloques se quedarían en 171 para los socialistas y 172 para los populares. Nuevamente, Junts tendría que mojarse y decidir entre la abstención, que supondría un Gobierno de derechas, o el voto a favor para Sánchez. Pero en ningún caso habría unas segundas votaciones a finales de año.

¿Por qué es tan importante el voto extranjero en estas elecciones?

Estadísticamente, el voto CERA podría cambiar los escaños de hasta 15 provincias españolas, aunque en algunos casos no serían cambios tan significativos al mantenerse ese mismo diputado en el bloque en el que ya estaba. Sin embargo, todo tiene un porqué. A finales de 2022 se aprobó una ley en el BOE por la que se suprimía el voto rogado. Algo decisivo, ya que, desde ese mismo momento, los españoles residentes en el exterior recibirían en las siguientes elecciones la documentación electoral sin tener que solicitarla y tendrían tiempo suficiente para ejercer su derecho al voto. Y así ha sido.

La Junta Electoral Central (JEC) es consciente de la importancia de los más de dos millones de votos que faltan por contabilizarse. Tanto es así, que ha querido hacer hincapié en que el escrutinio debe de hacerse de la forma más minuciosa posible, en gran parte debido a las malas prácticas del pasado 28M, cuando se detectaron varios casos en los que las juntas provinciales evitaban hacer el trámite y se emitieron algunos bulos que no gustaron en absoluto.