El alcalde incombustible quiere seguir gobernando el pueblo de Castillejo de Mesleón

Lleva 56 años ininterrumpidos como regidor de Castillejo de Mesleón, en Segovia y vuelve a presentarse a las próximas elecciones municipales. Ricardo quiere seguir batiendo récords y se toma la vida con filosofía. Se levanta tarde, sale de casa entorno a  las 12 del mediodía y su primera parada está en el Ayuntamiento de su pueblo, Castillejo de Mesleón. Después visita a sus vecinos en casa o en el campo. Intenta resolver sus problemas municipales o “incluso personales, porque, a veces, añadía Ricardo, tienes que ayudarles con todo”.

Su mujer, Rufi, nos cuenta en COPE que sus hijos y ella “le pidieron hace tiempo que dejara la política, pero no hemos podido convencerlo”. “Lo cierto, añadía Rufi, es que si la gente le vota es porque lo hará bien y le quieren”.

Sus vecinos llevan 56 años ininterrumpidos otorgándole la vara de mando, pero esta vez lo va tener más difícil. A las elecciones municipales del 26 de mayo se presentan otras tres candidaturas, una de ellas encabezada por su propia sobrina. Ricardo reconocía que “se lanzaron al presentar candidaturas cuando se me ocurrió insinuar que podía haber acabado mi carrera como alcalde”.

Líder desde pequeño

El actual alcalde de Castillejo de Mesleón apuntaba maneras desde que era un crío y “ya en la escuela”, confesaba en COPE, “era el líder. Después llegó la guerra civil y me tuve que dedicar a ser pastor. Hasta que el alcalde de entonces me propuso para teniente de alcalde. Las casualidades de la vida hicieron que el hombre muriera a los veinte días y yo cogí la vara del mando de mi pueblo, hasta hoy”.

Mirando a Madrid

Con sus 87 años, Ricardo sigue teniendo visión de futuro y sus proyectos para la siguiente legislatura incluyen ayudas “para los jóvenes que se fueron a vivir a Madrid y ahora se plantean construir una casa en su pueblo”.

Castillejo de Mesleón es un pueblo de Segovia situado en el punto kilómetrico 109 de la Autovía A-1 que une Burgos y Madrid. Un sitio “estratégico”, nos decía Ricardo, “para los que trabajan en Madrid y no encuentran piso en la capital”.