Cs, PP y Vox: en busca del timón de la oposición en Cataluña

Cuenta atrás para las elecciones autonómicas en Cataluña. Serán dentro de dos semanas, el 14 de febrero, Justicia y pandemia mediante. Este último puede condicionar el nivel de abstención en unos comicios que se plantean con bastante incertidumbre y no se atisba un claro ganador. La batalla por ganar las elecciones será ardua, con un favorito en todas las encuestas: el transformado Salvador Illa, de ministro de Sanidad a candidato a la presidencia de la Generalitat por el PSC.

Pero también será intensa la lucha entre el resto de partidos políticos. Ciudadanos, Partido Popular y Vox pugnan por hacerse con el timón de la oposición en Cataluña. Los tres partidos han marcado una postura clara y diferenciada. Tres diferentes estrategias con las que intentarán hacerse con el voto constitucionalista en un ambiente crispado y tremendamente fragmentado.

Por parte del PP, su líder Pablo Casado, con Alejandro Fernández de ariete regional catalán, somete a examen su táctica estratégica de viraje al centro político, después de la ruptura sonada con Vox durante la moción de censura registrada por este último.

Los populares se han apoyado mucho en sus diferentes líderes regionales, como es el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha estado este pasado fin de semana acompañando a Fernández. Un perfil, el de Díaz Ayuso, que lo ven adaptable a lo que puede ser el partido en Cataluña, también como dique de contención en favor de la Constitución frente al separatismo.

El propio Casado, también desde Cataluña, ha sido muy crítico con Vox y les ha acusado de sumarse a partidos como Bildu para "salvar" al Gobierno y permitir, con su abstención, que se aprobara el real decreto sobre los fondos europeos: "Así empezaron los ERE", ha advertido tras criticar la opacidad del Ejecutivo al respecto.

Los de Santiago Abascal, con Ignacio Garriga de candidato, centran su estrategia electoral a nivel nacional. Los comicios catalanes como trampolín para lograr un mayor resultado en unas elecciones generales. Pretenden irrumpir con fuerza en su estreno en Cataluña –las encuestas le dan posibilidades de sacar un buen puñado de votos–, conseguir el ansiado sorpasso a los populares y rubricarlo en toda España. En su declaración de intenciones, el propio Abascal ha atribuido a la "permisividad" del PP y del PSOE "la impunidad" con la que actúa el independentismo en Cataluña.

Ha arremetido, además, contra el PP por no haber hecho nada "frente al golpe en 2017 en Cataluña" a pesar de contar con mayoría absoluta en el Congreso, y también ha criticado a Ciudadanos, a quienes ha acusado de "marcharse a Madrid" tras su victoria en las últimas catalanas.

En el caso de la formación naranja, esta quiere evitar desplomarse en las urnas, como auguran todas las encuestas. Ganadora, precisamente, de las últimas elecciones celebradas en Cataluña en 2017, la posición de Ciudadanos está ahora mismo muy debilitada. Inés Arrimadas, con Carlos Carrizosa de titular, pone a prueba su utilidad política como partido bisagra entre la derecha y la izquierda. Aún queda recorrido, dos semanas para seguir fijando posiciones y aglutinar el voto constitucionalista.