Voto por correo, una opción poco explorada por los estadounidenses para ejercer el voto
Se prevé que principalmente sean las clases trabajadoras quienes soliciten este tipo de voto, ya que los comicios se celebran un martes y no un domingo como en España
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El voto por correo es una de las consecuencias claras en las elecciones americanas provocadas por la covid-19. Nunca como hasta ahora se había hablado tanto sobre este tipo de voto, y poco se sabe sobre su funcionamiento.
Este tipo de voto no funciona en todos los estados de la misma manera. De hecho, son estos, y no el Gobierno federal, quienes deben definir si permiten el voto universal por correo, lo que significa que todos los electores puedan recibir de forma automática una papeleta antes de las elecciones, o si en cambio adoptan el sistema de voto en ausencia, en el que el elector tiene que solicitar el voto por correo para poder tener la papeleta en casa.
Para las elecciones del próximo tres de noviembre solo algunos estados han garantizado el voto por correo. En muchos territorios para poder votar previamente el elector debe solicitarlo y en otros, además, se debe indicar los motivos que han provocado a que este se solicite (ser mayor de 65 años, formar parte del ejército...).
En Estados Unidos lo cierto es que no hay una costumbre como en Occidente de poder votar a través de correo y de hecho ha sido el propio servicio postal americano el primero en no garantizar que todas las papeletas lleguen a tiempo para los comicios.
El servicio postal americano, que emplea a unas 640.000 personas, lleva una década con pérdidas de miles de millones al año y carga con una deuda de unos US$160.000 millones y su director general, Louis DeJoy, es observado con lupa por muchas personas, ya que es vox populi que es uno de los principales apoyos de Trump.
En tela de juicio
Precisamente el presidente americano, Donald Trump, desde el arranque de la campaña se ha postulado en contra del voto por correo, alegando que puede estar sujeta a manipulaciones, pero los expertos en la materia señalan que hay un bajo porcentaje de posibilidades de que haya una alteración clara en los resultados, y recuerdan que el ahora presidente y candidato republicano es el mismo quien durante años atrás denunció los riesgos de fraude en el voto presencial.
En el caso de que el voto por correo diera un cambio en los resultados electorales, Trump tendría que impugnar los resultados al Tribunal Constitucional, máximo órgano jurídico en el país, donde estas semanas precisamente está siendo noticia por el nuevo nombramiento que el candidato republicano quiere llevar a cabo.
Los expertos no saben a ciencia cierta sobre qué escenario se encontraría el país en el caso de que esta apelación se aceptara, pero asumen que el país podría entrar en una vía todavía sin explorar, ya que los procesos en Estados Unidos están muy fijados por la Constitución. A comienzos de enero debe tomar posesión de su cargo el próximo presidente americano.