La América profunda, el votante que dio la victoria a Trump por su malestar con el establishment

Millones de votos indignados apoyaron el discurso, a veces catalogado como incorrecto, de Donald Trump

La América profunda, el votante que dio la victoria a Trump por su malestar con el establishment

Javi García

Publicado el - Actualizado

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Las encuestas en el año 2016 no le daban como favorito pero saltó la sorpresa. Donald Trump se convertía en presidente de los Estados Unidos tras haber conseguido más estados que su rival demócrata Hillary Clinton. El candidato republicano había conseguido capitalizar el descontento y el pesimismo de más de un 40% de estadounidenses.

A partir de esa victoria comenzó a rondar una idea que ya está ligada a la historia de los comicios estadounidenses celebrados hace cuatro años. Trump había conseguido conquistar la América Profunda, aquella que está lejos de las costas y que no suele salir en la televisión, solo a veces en películas o en imágenes que narran la esencia de la Ruta 66.

En el año 2016, la recuperación económica no había llegado a muchas zonas de Estados Unidos, donde el salario de la clase media se había estancado y el hartazgo hacia el establishment había provocado un importante sentimiento de rechazo a la clase política. En este contexto, Trump prometió construir América primero, bajo su lema "Estados Unidos, primero". Para ello anunció aranceles a los productos chinos, expulsión de inmigrantes sin papeles que no se sientan identificados con la cultura estadounidense. Parte de la comunidad latina, con miedo a perder lo que habían conseguido apoyó también a Donald Trump, que con millones de votos descontentos con la administración Obama consiguió alcanzar la Casa Blanca en noviembre del año 2016.

Millones de votos indignados apoyaron el discurso, a veces catalogado como incorrecto, de Donald Trump. De esta manera, el presidente republicano ha conseguido desenterrar la América más profunda y sumar a sus filas millones de votantes rabiosos e indignados. Durante toda la campaña del año 2016, Trump intentó dibujar un perfil tipo de los estadounidenses que respaldaron al candidato republicano, sobre todo con los que ha conseguido conectar por el malestar de la clase trabajadora blanca: con salarios bajos, poca formación y en algunas ocasiones incluso xenófoba.

En este sentido, Trump consiguió unir el rechazo a las minorías y a los extranjeros, aunque sorprendentemente un 3% de los afroamericanos le votó. Trump había despertado la rabia contra las élites políticas, económicas y periodísticas y prometió expulsar a millones de inmigrantes indocumentados y obligar a México a sufragar la construcción de un muro en la frontera. Se alineó con la Rusia de Putin, apoyó la tortura a los terroristas y arremetió contra los tratados de libre comercio, un discurso que asustó a Europa y a la mitad de estadounidenses, pero que desató el fervor. Un discurso muy apoyado en aquella América que solo se ve en las películas.