La izquierda que nació con el 15M continúa su declive

Enrique Rodríguez de la Rubia

La izquierda que nació con el movimiento 15M, primero con Podemos y después con Sumar, continúa su declive y ha vuelto a quedar muy lejos de entrar en el Parlamento gallego. Un síntoma que tiene también su reflejo en el conjunto de España donde poco a poco es superada o sustituida por la izquierda nacionalista.

Su entrada en la asamblea gallega se presentaba como la llave maestra para desalojar al PP de la Xunta junto al BNG y los socialistas gallegos, pero ni lo uno ni lo otro.

El espacio político a la izquierda del PSOE ha sido barrido en Galicia por el empuje irrefrenable del BNG aunque su decadencia es estructural y afecta a todas las comunidades y al conjunto de España.

Y es que, aunque Sumar y Yolanda Díaz han conseguido mantener su cuota de poder en el Gobierno de Pedro Sánchez, ha sido a costa de la división con Podemos, que después de un periodo convulso y de reproches mutuos, ha decidido apartarse voluntariamente al grupo mixto del Congreso.

Tras esta ruptura, los morados tampoco quisieron ir juntos con Sumar en las elecciones gallegas y el resultado ha sido demoledor.

El partido de Ione Belarra ha conseguido un 0,27 por ciento de los votos, por detrás incluso del PACMA, en tanto que Sumar se ha quedado con el 1,89 por ciento. Juntos, han perdido la mitad de los votos que obtuvo ese espacio político en las elecciones de 2020 y quedan por debajo de Vox.

Ni Podemos ni Sumar tuvieron nunca escaño en Galicia, pero ahora están todavía más lejos si cabe. Los nacionalistas del BNG han ocupado su espacio con autoridad y subiendo casi 8 puntos.

Un batacazo en las urnas que podría tener su reflejo en próximas citas electorales.

Por lo pronto, Podemos ya ha anunciado que acudirá en solitario a las elecciones europeas del mes de junio, con Irene Montero, vetada del Gobierno y de las listas de Sumar en las generales, de cabeza de lista.

Estos comicios, con circunscripción única, pueden favorecer los resultados de formaciones como Sumar o Podemos, pero la división del voto, y lo que es peor, el desánimo de los votantes, siempre termina pasando factura.

Las elecciones vascas serán otro examen a vida o muerte para los herederos del 15M.

Si en los comicios autonómicos de 2020 ya perdieron cinco escaños en el Parlamento de Vitoria y pasaron de 11 a 6 diputados, las de este año, con una candidatura casi con toda seguridad dividida, no augura nada bueno.

Todo indica que Bildu, como el BNG en Galicia, terminará por ocupar todo el espacio de Podemos y Sumar en el País Vasco.

La incógnita será si los socialistas vascos conseguirán hacerse con los restos de ese espacio de la izquierda no nacionalista, o como el PSOE de Galicia, sucumbirán ante el empuje de sus socios parlamentarios en Madrid.