39º aniversario del Estatuto de Guernika pendiente de más autogobierno

A punto de cumplir su cuarta década en vigor, al Estatuto de Autonomía del País Vasco le faltan competencias que el Gobierno de Vitoria exige a Madrid.

URKULLU SE CONVIERTE EN LEHENDAKARI TRAS JURAR SOBRE EL ESTATUTO Y EL FUERO

Raquel Pérez Polo

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Y no va a cejar en ello el lehendakari, Iñigo Urkullu, que va a aprovechar cualquier ocasión que se le presente delante para conseguir lo que el Gobierno vasco entiende como "el cumplimiento íntegro del Estatuto de Autonomía de Euskadi",  cuestión que lleva "pendiente" desde hace 39 años.

Esos flecos "pendientes" son la transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, una de las competencias reconocidas en el Estatuto de autonomía pero que aún no ha sido traspasada a Euskadi. El lehendakari persigue que el Gobierno Vasco pueda asumir "el grueso de las funciones propias de la gestión que desarrolla el Instituto Nacional de la Seguridad Social, el Instituto Social de la Marina y, en su caso, la propia Tesorería de la Seguridad Social". No sería de extrañar que en el apoyo que necesita Pedro Sánchez para conseguir aprobar los Presupuestos y permanecer en la Moncloa, al menos hasta el 2020, Urkullu consiga lo que llevan reivindicando desde que el Rey Juan Carlos I sancionara el Estatuto de Autonomía del País Vasco, el Gernikako Estatutua, el 18 de diciembre de1979.

39 AÑOS DE VIGENCIA 

El 25 de octubre de 1979, los vascos aprobaron, por mayoría aplastante, la norma que iba a regir su autonomía. El 90.27% de los ciudadanos vascos con derecho a voto, 1.565.541 votantes ( 921.436 acudieron a la cita electoral), decidieron dar el Sí al conocido como Estatuto de Guernika.

Una norma que se reconocía en la disposición transitoria segunda de la Constitución española de 1978. De acuerdo con la Carta Magna, el País Vasco contaba con los requisitos para acceder a un régimen provisional de autonomía que le permitiría elaborar un proyecto de Estatuto de acuerdo con lo establecido en el artículo 151. Además, la disposición adicional primera reconocía sus "derechos históricos", que se actualizarían en el régimen autonómico que se pretendía construir.

Tras constituirse provisionalmente en 1977 las Juntas Generales de cada "territorio histórico",  como se denomina a las provincias vascas y Navarra desde entonces, un Real Decreto de enero del año siguiente establecía la formación del Consejo General Vasco como órgano superior de Gobierno preautonómico, integrado por tres representantes de cada territorio histórico elegidos por sus Juntas Generales. De acuerdo con lo decidido por la Asamblea de Parlamentarios Vascos, en diciembre de 1978 se constituyó una ponencia redactora de un anteproyecto de Estatuto de Autonomía, que tras concluir sus trabajos a toda prisa y hacerlo aprobar por la Asamblea, remitió el anteproyecto al gobierno central el 29 de diciembre de ese año.

PRECEDENTES HISTÓRICOS

El lehendakari Urkullu propone un nuevo Estatuto que cuente con los mismos apoyos con los que salió adelante el de Guernika, propuesta que está suscitando controversia política. El PP de Euskadi celebra este martes un acto de reivindicación del Estatuto de Guernika a días de su 39º aniversario para poner de manifiesto su vigencia como "marco de convivencia entre vascos y vínculo de unión entre Euskadi y el resto de España".

Para el PSE-EE, "el futuro en Euskadi tiene que tener como base la concordia entre los vascos y aprender a que haya respeto entre las diferentes sensibilidades y ello dentro de un marco de convivencia que permita desarrollar los distintos sentimientos de identidad, de pertenencia, en plena libertad".

Ante esta controversia conviene no olvidar lo que ya en 1931, el líder socialista Indalecio Prieto indicaba al PNV de José Antonio Aguirre: “El Estatuto vasco tiene que ser una obra de concordia y transigencia. Primero, una obra de concordia dentro del País Vasco” y, después, “respecto de toda España”. Un Estatuto acorde con la Constitución republicana, que solo fue factible en 1936 gracias a su entente cordial con Prieto. El Estatuto vasco, aprobado en la Guerra Civil, supuso el nacimiento institucional de Euskadi, que nunca había existido como entidad jurídico-política. Su principal consecuencia fue el primer Gobierno vasco del lehendakari Aguirre en octubre de 1936. Ese Estatuto solo tuvo nueve meses de vigencia en Euskadi, al caer ante el Ejército de Franco en junio de 1937, el Gobierno vasco subsistió en el exilio durante más de 40 años, hasta enlazar con el Estatuto de Guernika, aprobado en 1979.

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