¿Te atreverías a denunciar un caso de corrupción?

Denunciar un acto de corrupción es "un acto de heroicidad ciudadana", dice Safira Cantos, directora general de Hay Derecho

Patricia Rosety, jefa de Tribunales de COPE

Publicado el - Actualizado

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Los casos de corrupción se multiplican. Desde hace años es casi habitual desayunar con uno nuevo y no parece que haya manera de que esto acabe, o al menos, que se frene. Pero más bien parece lo contrario. Investigaciones policiales, de la Fiscalía, denuncias de descontentos dentro de la trama, o engañados... o personas que se niegan a formar parte de la corrupción y no quieren firmar autorizaciones de la empresa en la que trabajan que lleven a encubrir el delito. El año pasado los jueces llevaron a juicio o procesaron a 185 personas físicas y 71 jurídicas y concluyeron la investigación en 32 procedimientos, según datos del Consejo General del Poder Judicial. Se dictaron 13 sentencias, 8 fueron condenatorias.

Muchas personas anónimas tienen miedo a denunciar porque temen represalias. En este mes de marzo, el día 13 en concreto, se cumplió un año de la entrada en vigor de la ley de protección a quienes informan de corrupción, o a quienes alerten de ella. Y la norma tiene prevista la creación de una “Autoridad Independiente de Protección del Informante” en cumplimiento de una directiva europea, conocida como “ Directiva Whistleblowing”, pero todavía no existe, no ha sido constituida.

"Un grave incumplimiento por parte de España", dice a COPE Safira Cantos, directora General de la Fundación Hay Derecho.

El año pasado los jueces llevaron a juicio o procesaron a 256 personas físicas y jurídicas

Un acto de heroicidad ciudadana

Denunciar un acto de corrupción en este momento es un acto de heroicidad ciudadana, y no debería ser así, manifiesta Safira Cantos. “Quienes pueden dar la voz de alerta son personas que tienen información por sus relaciones profesionales, por su ámbito de trabajo o por indicios que les lleguen, y es necesaria la existencia de un canal para poder hacerlo. Y quienes quieran denunciar algún caso están desprotegidos frente a posibles represalias, porque “los señalados suelen actuar contra quienes les han puesto en evidencia”. Para algunos, la denuncia ha sido un auténtico calvario, se han quedado sin trabajo y luego han tenido que pleitear. Es necesario que funciones esos canales y de forma anónima, señala, Cantos.

La solución la tiene el Gobierno. El Ministerio de Justicia debe presentar la propuesta al Consejo de Ministros y que se cree la “Autoridad Independiente de Protección del Informante”. Es un cumplimiento de una directiva europea y España incumple, manifiesta la directora general de Hay Derecho.