Caos y huelgas en la Cataluña de Torra

Este último lunes de febrero es muy importante para la ciudad de Barcelona. Se pone en marcha la XIX edición del Mobile World Congress (MWC)   en el que las grandes empresas de telefonía y tecnología presentan sus grandes novedades como el 5G que va a ser el gran protagonista. La Ciudad Condal se convierte en un macro escaparate que van a visitar más de 100.000 personas.

Sin embargo, la gran feria de telefonía está marcada por la huelga de los trabajadores del Metro de Barcelona que han conseguido colapsar la ciudad en protesta por la gestión de Transportes Metropolitanoss de Barcelona (TMB). Una huelga que ha sorprendido a los asistente al MWC  que no eran capaces de conseguir un taxi, el servicio estaba saturado y se han enterado, de paso, de que en Barcelona no hay ni Uber ni Cabify.

Los trabajadores del Metro, que ya protagonizaron paros por el MWC en 2016, decidieron mantener las protestas después de que el viernes terminara sin acuerdo la reunión de mediación entre la dirección de TMB y los empleados que están cansados de incumplimiento del convenio firmado y por la presencia de amianto en la pintura de algunos vagones y en puntos concretos del material rodante, por ello exigen que la empresa reconozca que toda la plantilla está en riesgo.

No es la única protesta del día, los Mossos se han manifestado fuera del recinto del MWC durante la inauguración del rey Felipe VI. Un grupo de mossos d'Esquadra convocados por los sindicatos y por la plataforma MosS.O.S. han repartido folletos a las puertas del Mobile World Congress para informar a los congresistas de que no pueden garantizar su seguridad por falta de efectivos

Los agentes han repartido dípticos con el mensaje: "Atención, puede ser víctima de un delito" y alertando a los congresistas de que la Policía de Cataluña no tiene efectivos suficientes para garantizar la seguridad.

Huelga general en protesta por el juicio del procés hace 4 días

Huelga con la que los Comités de Defensa de la República apoyados en la convocatoria por el Gobierno de la Generalitat de Quim Torra pretendía paralizar toda Cataluña para protestar por el juicio que se desarrolla en el Tribunal Supremo contra los principales líderes independentistas.

Un día de carreteras cortadas de nuevo, de intimidación a aquellos que iban a trabajar sin secundar la huelga, amedrentamiento a los medios de comunicación que consideran españolista,... pero escaso éxito de convocatoria. Incluso se convirtió en viral el enfrentamiento de una joven embarazada a la que los CDR querían intimidar para que cerrara su negocio.

El éxito de la convocatoria se remitía a la educación: colegios, institutos y universidades.

Educación, sanidad, bomberos, sectores que han protestado en los últimos meses

'Menos corbatas y más batas', 'Conveni Siscat, és paper mullat' y 'Volem més temps pels mostres pacients' gritaban en la calle los médicos catalanes que pedían limitar el número de pacientes al día, que no superen las 25- 28 personas.

Los 2.500 bomberos de la Generalitat dejaron aparcadas las mangueras para protestar por la falta de efectivos, lo que les obliga a realizar horas extra. Los parques se quedaron vacíos para dejar claro que estaba en riesgo la seguridad de los trabajadores como aseguraban los representantes de los sindicatos UGT, CCOO, CATAF, CSIF y COS: "Están poniendo en riesgo tanto a los bomberos como a la población, ya que hay una inmensa mayoría de parques cerrados en todo el territorio y la dotación diaria de efectivos está bajo mínimos".

A bomberos y médicos se unían estudiantes que incluso llegaban a encerrarse en la Universidad para exigir la reducción del 30% de las tasas universitarias. 

A todo esto se une la falta de actividad en el Parlament desde que ha comenzado el juicio del 'procés', lo que ha sido calificado desde Ciudadanos como "una vergüenza".