Cataluña, a punto de formar gobierno tras un acuerdo sellado entre rejas y con el visto bueno de Puigdemont

Tres meses después de las elecciones y tras más de 200 días en funciones, Cataluña divisa la formación de un nuevo Govern a punto de agotar el plazo límite

Cataluña, a punto de formar gobierno tras un acuerdo sellado entre rejas y con el visto bueno de Puigdemont

Patricia Blázquez Serna

Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Después de tres meses, Cataluña parece estar ante el acuerdo entre ERC y JxCat para decir adiós a un Gobierno en funciones que cumple ya más de 200 días.

Desde el pasado 14 de febrero, momento en el que se celebraron los comicios catalanes, la comunidad ha estado inmersa en una batería de rifirrafes, críticas, reproches y reuniones sin resultado alguno que ha llevado al límite las negociaciones. Recordamos que el plazo máximo para llegar a un acuerdo era el próximo 26 de mayo.

Tras las reuniones este fin de semana entre ambas formaciones, parece haber vía libre para finalmente formar un gobierno de coalición y evitar la repetición de las elecciones. De hecho, el acuerdo se cerró durante el sábado y el domingo, cuando tuvieron lugar dos reuniones muy discretas en las que, aparentemente, se desencallan las conversaciones.

El principio de acuerdo llega después de que que la CUP intentara tomar un papel mediador entre ambos partidos para acercar sus posiciones, que junto a la presión que se ha ejercido desde ANC y Òmnium Cultural. En conjunto, y a simple vista, podría traducirse como un proceso de acuerdo que serviría para desencallar la situación política en Cataluña tras tres meses de desacuerdos y reproches, que pasa por el papel del expresidente catalán, Carles Puigdemont, en el gobierno de coalición.

Cataluña, a punto de formar gobierno tras un acuerdo sellado entre rejas y con el visto bueno de Puigdemont

EFE/EPA/STEPHANIE LECOCQ

14-F, las elecciones catalanas

Hace ya más de tres meses, todos los catalanes estaban citados en las urnas para designar un nuevo 'president' en la comunidad. La sorpresa de las elecciones fue la candidatura de Salvador Illa, quien lideró al PSOE, después de su papel al frente del Ministerio de Sanidad durante la pandemia de coronavirus, y cuya popularidad en la región era notoria.

Si bien los resultados le dieron la victoria al PSOE, quien fue ganador en cuanto a número de votos. No obstante, las cifras que habían obtenido los grupos independentistas (ERC, JxCAT y la CUP), dejaban fuera de juego cualquier posibilidad de investir a Illa como presidente. Fue entonces cuando comenzó el proceso de negociación entre ERC, liderada por Pere Aragonès, y JxCat de Laura Borràs, que los permitiera acceder al Parlament catalán como gobierno de coalición.

Los intentos de investidura fallidos de Aragonès

A pesar de la intención de ambas formaciones para conformar un gobierno en Cataluña, las diferencias entre unos y otros dejaron ver un camino viable al que sería difícil acceder. Las conversaciones se encallaron y las condiciones de unos y otros pusieron contra las cuerdas a ERC, que fracasó en los dos intentos de investidura.

El primer de ellos tuvo lugar el pasado 26 de marzo, cuando Aragonès tan solo obtuvo los apoyos de su propio partido y la CUP. La abstención de Junts y la negativa de PSC, Vox, Ciudadanos, PP y los comunes dejaron a ERC muy lejos de conseguirlo.

Mismos resultados los que se obtuvieron en el segundo intento, el 30 de marzo. JxCat se abstuvo de nuevo tras no conseguir llegar a un acuerdo, por lo que tras una segunda investidura fallida, comenzó la cuenta atrás para que ambas formaciones llegaran a un acuerdo para poder desbloquear la situación política con fecha límite el 26 de mayo.

Cataluña, a punto de formar gobierno tras un acuerdo sellado entre rejas y con el visto bueno de Puigdemont

EFE/Quique Garcia

Cadena de reuniones entre los partidos sin resultados

A mediados de abril, ERC y JxCat quisieron agilizar las negociaciones para poder formar un gobierno. Desde el 19 de abril, no han hecho más que celebrarse reuniones entre unos y otros para desencallar la investidura de Aragonès.

Reuniones telemáticas, en el Parlament en incluso en la cárcel de Lledoners, donde Aragonès se ha reunido en varias ocasiones con el secretario general de JxCat, Jordi Sánchez, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, donde parecía que se había comenzado a germinar el punto de inflexión en Cataluña para dar la presidencia al líder de los republicanos. En alguna de aquellas conversaciones también estuvo involucrada la vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi. Una serie de reuniones que ambas formaciones calificaron de positivas, en las que se abordó la posible estructura del nuevo Govern.

La ruptura de ERC y JxCat

Tras varias semanas de negociaciones, y cuando parecía que las conversaciones parecían avanzar en la dirección correcta, el pasado sábado 8 de mayo, Aragonès anunció que no iba a seguir negociando con JxCat y que su única posibilidad viable era gobernar en solitario.

Desde ERC aseguraron que el partido estaba "decepcionado y estafado" por la formación de Carles Puigdemont y alegaron que estaban frente a un bloqueo continuo. Unas declaraciones que parecían dejar fuera del tablero de juego la posibilidad de llegar a un acuerdo para conformar un Gobierno de coalición y que, por el contrario, sería un Gobierno en solitario con el apoyo externo de JxCat, la CUP y los comunes.

12 de mayo: reencuentro de ambas formaciones

Cuando todo parecía perdido, y se vaticinaba una repetición electoral ante la falta de apoyos para que ERC pudiera gobernar en solitario, el pasado 12 de mayo, las dos formaciones junto a la CUP, consiguieron alcanzar un acuerdo de mínimos para desencallar de nuevo las negociaciones, que en los últimos días se había embarrado por las discrepancias.

Fue precisamente la CUP, con Dolors Sabaters al frente, quien convocó a los dos partidos independentistas para intentar buscar la salida a la situación de bloqueo en la comunidad.

Tras dos horas de reunión en el Parlament, los tres partidos emitieron un comunicado conjunto que planteaba un "gran Acuerdo Nacional por la Autodeterminación", en el que habría un espacio "para el debate de la estrategia independentista más allá de la gobernabilidad". Fue así como se desbloquearon las negociaciones después de que se pudiera separar el debate sobre la autodeterminación en Cataluña.

Cataluña, a punto de formar gobierno tras un acuerdo sellado entre rejas y con el visto bueno de Puigdemont

EFE/Quique García

A menos de diez días del límite para formar un nuevo Govern

Una semana después de aquella nueva conversación, los dos partidos han cerrado un principio de acuerdo para formar un gobierno de coalición. Prácticamente bajo la campana, y a menos de diez días para que concluya el plazo para designar un gobierno, ERC ha emitido un comunicado en el que ha informado que se han intensificado los contactos durante este fin de semana.

"Los dos partidos culminan así el trabajo iniciado por Esquerra con el pacto de investidura previo con la CUP", ha señalado el partido en el comunicado y se han disculpado por alargar tanto el cierre del acuerdo.

El acuerdo recoge que se conformará un acuerdo de coalición presidido por Pere Aragonès con 14 departamentos, uno más que hasta ahora, y se repartirá al 50 por ciento entre las dos formaciones independentistas. ERC tendría la presidencia y los departamentos de Feminismo e Igualdad; Interior; Educación; Empresa y Trabajo y Cultura.

Por su parte, JxCat tomará la vicepresidencia, así como Economía y Hacienda, Salud; Políticas Digitales, Infraestructuras y Agenda Urbana; Acción Exterior y Transparencia, Investigación y Universidades; Justicia y Derechos Sociales.

No obstante, uno de los puntos que llaman la atención es el papel de el expresidente catalán, Carles Puigdemont. Para poder avanzar en las negociaciones, ERC, JxCat y la CUP han acordado crear un núcleo estratégico del independentismo, en el que también participarán ANC y Òmnium Cultural. Si bien es cierto que han adelantado que no estará "tutletado" por el Consejo de la República, liderado por Puigdemont desde Waterloo, aún son muchos los que se preguntan si el expresident tendrá o no tendrá algún tipo de papel implícito en este núcleo estratégico.