A la caza del inmigrante ilegal en Bélgica

El Primer Ministro Charles Michel

José Luis Concejero

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Hablar de política belga es hablar permanentemente de polémica. De hecho se podría decir que “las crisis de gobierno” están a la orden del día desde la revolución de Bélgica en 1830.

En los últimos meses, por ejemplo, la presencia de Carles Puigdemont en el país desató una escisión sin precedentes en el gobierno, hasta tal punto que se llegó a rumorear con un adelanto electoral.

El proyecto de ley sobre “visitas a domicilios” puede debilitar aún más al gobierno de Charles Michel

El último proyecto de ley sobre “visitas a domicilios” está generando una nueva oleada de críticas que puede debilitar aún más al gobierno del Primer Ministro Charles Michel. Con esta iniciativa las fuerzas de seguridad podrán acudir a los domicilios donde vivan personas en situación irregular. Varios diputados aseguran que este proyecto atenta contra los principios constitucionales de Bélgica. “El artículo 15 de la Constitución establece la inviolabilidad del hogar”.

Este proyecto de ley cuenta con el ferviente apoyo de los nacionalistas flamencos, partidarios de una política migratoria fuerte y en la que predominen las expulsiones de residentes ilegales en el país.

Esta polémica ha pillado al Primer Ministro Charles Michel de viaje oficial en Rusia. En las últimas horas ha reconocido que tratará de abordar este asunto en cuanto regrese en las próximas horas.

Es importante recordar el episodio que se conoció principios de este año con ministro de Migración, el nacionalista flamenco Theo Francken como protagonista. Hace unos meses permitió la deportación de una decena de sudaneses que vivían en Bélgica y que fueron torturados cuando volvieron a su país. Unas expulsiones que se conocieron al mismo tiempo que le ofrecía a Carles Puigdemont derecho de asilo en Bélgica. Una situación que, como tantas otras, generó una crisis de gobierno.