Cristiano y Messi: la mentira de Marruecos que empujó a cientos de niños a cruzar a las playas de Ceuta

Ceuta parece recobrar poco a poco la normalidad a la que estaban habituados. Tres días después de que los primeros inmigrantes procedentes de Marruecos asaltaran la frontera con Ceuta, la ciudad autónoma ha vivido su primera noche en cuatro días sin la llegada de marroquíes a territorio español.

En medio de una crisis, no solo humanitaria sino también diplomática, cada vez se van conociendo más detalles de los motivos que han podido traer a los más de 8.000 ciudadanos marroquíes a asaltar Ceuta. Ha habido quienes han asegurado que los prometieron trabajo y papeles. Otros inmigrantes hablaron de promesas falsas enfocadas a una vida mejor. No obstante, hoy hemos sabido que Marruecos habría prometido a los niños que los futbolistas Cristiano Ronaldo y Messi iban a jugar en la ciudad ceutí, según agentes de la ciudad, voluntarios y medios locales.

De hecho, los ciudadanos españoles, las fuerzas de seguridad y los servicios sanitarios han explicado durante estos días que nunca antes habían visto una llegada masiva de menores de estas características. Ahora, ya conocemos el señuelo que han utilizado las autoridades alauíes para atraer a casi dos mil menores a cruzar la frontera de marroquí.

Los padres de todos estos menores piden ayuda y colaboración para poder traer de vuelta a sus hijos, quienes fueron engañados y que ahora deambulan por la ciudad española sin forma de volver. Si bien es cierto que muchos de los menores volvieron por su propio pie o a nado, y de forma voluntaria, a su país de origen, otros, sin embargo, continúan en Ceuta, esperando la oportunidad para volver a su hogar tras descubrir que nada de todo aquello que se les prometió era real.

Más de 850 menores, perdidos en Ceuta

Las autoridades españolas están centradas ahora en la atención de los menores de edad que todavía permanecen en suelo español. No obstante, aparte de los 850 menores de edad de los que se tiene constancia, hay un número indeterminado de jóvenes cerca del puerto de Ceuta, a la espera de la oportunidad para cruzar a la Península.

La Policía establece dos procedimientos para poder atenderlos. En primer lugar, la reagrupación familiar, que está destinada a todos aquellos padres que reclamen a sus hijos, para los que las autoridades han facilitado un número de teléfono, al que sus familias pueden llamar para llevarlos de vuelta.

El segundo, por su parte, está enfocado a los menores que no son reclamados por nadie y que, por lo tanto, están en una situación desamparo, por lo que su ciudad se corresponde a la ciudad de Ceuta. Antes de la llegada masiva de inmigrantes, ya había 230 jóvenes en la ciudad española, quienes permanecían en diversos centros de menores.