Del 'efecto Illa' al 'efecto Montero': Sánchez ya piensa en las elecciones andaluzas
El presidente del Gobierno está dispuesto a jugar la baza de la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo para intentar extrapolar los resultados catalanes a Andalucía
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Los resultados no engañan: el PSC ha ganado por primera vez en su historia las elecciones de Cataluña. La candidatura liderada por Salvador Illa logró más escaños (33) y votos (652.858, el 23,04%) que nadie el 14-F, lo que es motivo de alegría en Ferraz. Aunque todavía no se sabe si este triunfo servirá para acceder a la presidencia de la Generalitat, en el cuartel general del PSOE ya quieren reeditar el éxito. ¿Cómo y cuándo? Con un nuevo ministro candidato y unos comicios autonómicos de enjundia a los que presentarle: Andalucía.
La cita en la que se intentaría reeditar el 'efecto Illa' está programada para 2022, aunque siempre cabe la posibilidad de que las elecciones andaluzas se adelanten a este año. Pase lo que pase, Pedro Sánchez parece tener claro quién es su gran baza de cara a recuperar la Junta. En este caso, se trata de una mujer de su confianza, presente en Moncloa hasta la fecha y con un peso considerable en el Gobierno. María Jesús Montero, ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, es la elegida.
Hay hasta tres razones de peso que pueden explicar por qué el 'efecto Montero' es una posibilidad real a día de hoy.
Alternativa a Susana Díaz
Hasta ahora, todo parecía indicar que la líder del PSOE en Andalucía y presidenta de la región entre 2013 y 2019 iba a ser, otra vez, la candidata socialista. Sin embargo, la sevillana podría haber encontrado una rival considerable en Montero (paisana suya y con la que coincidió en su etapa al frente de la Junta). Más si cabe, al contar la segunda con el beneplácito de un Sánchez que, no es ningún secreto, siempre ha tenido sus más y sus menos con Díaz.
La expresidenta ya se batió en duelo con el actual presidente del Gobierno en las primarias socialistas de 2017. Como sabe lo que es afrontar una situación de este calado, no tendría ningún problema en repetir la experiencia de enfrentarse al 'sanchismo'. De hecho, ya ha confirmado que optará a ser candidata. Eso sí, de momento no quiere opinar sobre el intento de extrapolar el 'efecto Illa' a tierras andaluzas: “Cuando lleguen los congresos, hablaremos de congresos”.
Experiencia en la Junta de Andalucía
Antes de dar el salto a la política nacional, María Jesús Montero fue la consejera de Sanidad andaluza entre 2004 y 2013. Después, asumió la cartera de Hacienda en la Junta entre 2013 y 2018. Por lo tanto, estuvo en los equipos de hasta tres presidentes socialistas de la Comunidad: Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz. Así, la hoy ministra conoce el Gobierno andaluz por dentro y también su Parlamento, ya que fue diputada por Sevilla durante una década (2008-2018).
Una ministra de primera línea
Montero cumpliría a la perfección con la fórmula ya empleada con Illa por parte del PSOE: candidata autóctona y con una exposición mediática considerable debido a la responsabilidad adquirida en el gabinete de Sánchez. Su condición de portavoz gubernamental le hace comparecer al menos una vez por semana y la fortaleza que atesora entre los ministros socialistas de la coalición le ha reafirmado como una de las caras visibles del Gobierno: los pulsos con Pablo Iglesias, los Presupuestos Generales del Estado, la política de gasto...
Después de foguearse nada menos que con una pandemia mundial, el exministro de Sanidad se presentó en Cataluña habiéndose convertido en una figura más que reconocible para el ciudadano medio. Ocurriría lo mismo si Montero acabase siguiendo sus pasos en Andalucía: la campaña electoral estaría hecha incluso antes de empezar. En el PSOE lo saben, y por eso lo sopesan.