Desmantelan un criadero de gallos con crestas y espolones amputados
Los Mossos desmantelan en Sant Joan de Mollet (Gerona) una finca dedicada a la cría y entrenamiento de gallos para destinarlos a peleas ilegales
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Los Mossos han desmantelado en Sant Joan de Mollet (Gerona) una finca dedicada a la cría y entrenamiento de gallos para destinarlos a peleas ilegales, en donde se encontraron un total de 221 aves en mal estado, y en la que también se halló una plantación de marihuana, por lo que detuvieron a los responsables de la explotación.
Según han informado los Mossos d'Esquadra, la operación se llevó a cabo el pasado 29 de noviembre en la localidad gerundense, en la que fueron detenidos un hombre y una mujer de 31 y 35 años, de nacionalidad dominicana y vecinos de L'Hospitalet de Llobregat y de Sant Joan de Mollet, respectivamente, como presuntos autores de un delito contra la salud pública y otro de defraudación de fluido eléctrico.
La investigación se inició el pasado mes de septiembre, cuando los Mossos recibieron un informe de los agentes rurales de la zona que alertaba de que en una casa del núcleo urbano de Sant Joan de Mollet se estarían criando gallos para destinarlos a peleas ilegales y de que podría también albergar una plantación de marihuana en pleno rendimiento.
El pasado 29 de noviembre se llevó a cabo una entrada y registro de los Mossos de la casa, con la participación de agentes rurales y de veterinarios y técnicos de los departamentos de Territori y de Agricultura.
En la finca se hallaron 221 aves, concretamente 99 machos adultos y 15 machos jóvenes, así como 75 hembras adultas de gallos de pelea y 22 gallinas adultas productoras de huevos, además de dos patos.
De estas aves, 66 gallos tenían las crestas, barbillas y los espolones amputados, y la mayoría no disponían ni de comida ni de agua.
La finca no disponía del correspondiente Registro de Explotaciones Ganaderas, y por tanto ni de trazabilidad ni de control sanitario.
Dentro de la casa se localizaron 405 plantas y 1.800 esquejes de marihuana, y se comprobó que había tres "pinchazos" fraudulentos de corriente eléctrica, con un fraude estimado de 20.000 euros.
Los dos detenidos, que no tenían antecedentes, serán citados próximamente para declarar ante la autoridad judicial competente en Girona.