Dolor entre la familia del joven víctima del kamikaze de la M-50: "Su madre está destrozada"

Sus seres queridos todavía no se creen que Kevin Cui Bai -el conductor kamikaze- haya quedado en libertad con cargos

Lorena Fernández

Publicado el - Actualizado

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Es rabia, es consternación, es tristeza... Son muchos los adjetivos  que se le pueden poner a la situación por la que están pasando la familia, los amigos y vecinos de Víctor, el chico de Rivas Vaciamadrid fallecido el domingo en la M50 porque un conductor kamikaze -que triplicaba la tasa de alcoholemia- se cruzó con él en la carretera. Para Víctor era su tercer día de trabajo como carnicero en un hipermercado de San Fernando de Henares. Como su entorno ha contado a COPE, el joven estaba ilusionado. Había sido su padre, Paco, el que le había conseguido este primer trabajo.

Está destrozado el padre, Paco, su novia Laura pero sobre todo lo está Gemma, la madre de Víctor. Ella misma el domingo cogió el teléfono para contar el fatal desenlace a los más cercanos. Pero a este muerte prematura, inesperada, se une la rabia al conocer que Kevin Cui Bai -el conductor kamikaze- ha quedado en libertad con cargos. Solo se le acusa de un delito contra la seguridad vial. Se preguntan cómo la ley permite esto. Él solo sufrió algunas heridas en el brazo y en la muñeca y cuando la Guardia Civil fue a tomarle declaración se negó a contestar. Ahora un juez de Coslada, con el informe de la benemérita en la mano, tendrá que decidir si le envía a prisión o le permite que siga en libertad. Todo apunta a que podría ser imputado por homicidio imprudente.

Y la consternación no se queda solo ahí. La familia ha descubierto que alguien robó efectos personales de Víctor en el lugar del accidente, cuando aún no habían llegado los servicios de emergencia. Cortaron la pulsera de su reloj inteligente. Abrieron su cartera y se llevaron el dinero. ¿En qué cabeza cabe - se preguntan - que alguien pudiera hacer algo por el estilo con la tragedia que tenía ante sus ojos?

Víctor vivía con sus padres en Covibar, un barrio obrero de Rivas Vaciamadrid donde todos se conocen, donde todos se ponen cara. Ahora es ese barrio el que arropará a Gemma y a Paco.