ERC cierra con el PSC un preacuerdo para que Salvador Illa sea presidente de la Generalitat

El viernes lo consultará a sus bases que serán los que den el "sí" definitivo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La ejecutiva nacional de ERC ha avalado este lunes el preacuerdo alcanzado con el PSC para investir como presidente de la Generalitat a Salvador Illa, si bien el 'sí' definitivo a este pacto deberán darlo en una consulta las bases del partido republicano, compuesta por unos 8.700 militantes.

Así lo han explicado fuentes del partido una vez finalizada una reunión de la ejecutiva nacional, conformada por cerca de sesenta cargos, que se ha alargado durante más de nueve horas.

La militancia de los republicanos deberá posicionarse sobre este pacto, que la formación no ha detallado por el momento, más allá de señalar que tiene que ver con "un concierto económico solidario" y que en él se "apuesta por la lengua catalana".

Fuentes de la negociación explicaban, antes de la reunión, que las negociaciones habían permanecido "encalladas" en las últimas horas al reclamar los republicanos "garantías" de que lo pactado en materia de financiación se cumpla, aunque aterrice en Moncloa un Ejecutivo que no sea socialista.

Durante la jornada de este lunes, ya por la tarde, fuentes republicanas habían informado de que "durante la jornada se han podido ir cerrando flecos" con los socialistas.

Simultáneamente, a la reunión de ERC en la calle Calàbria de Barcelona, de hecho, también la dirección del PSC ha celebrado un encuentro más breve a primera hora de esta tarde en su sede de la calle Pallars.

Todo ello, cuando ERC fijó a finales de julio como fecha límite para alcanzar un preacuerdo -que luego deberían validar las bases-, pese a que el plazo legal máximo para evitar una repetición electoral finaliza el 26 de agosto.


Ya desde que sufrieran un severo revés electoral el pasado 12 de mayo -pasaron de 33 a 20 escaños-, los republicanos fijaron cuatro "carpetas" para negociar la investidura de Illa: dar pasos hacia la resolución del conflicto político catalán; un nuevo modelo de financiación para Cataluña -una suerte de "concierto fiscal", inicialmente, que se ha ido modulando hasta "avanzar hacia la plena soberanía fiscal"-; políticas de refuerzo del Estado del bienestar y un nuevo impulso al catalán desde la administración.

Era la principal exigencia de ERC para investir a Illa: un modelo de financiación que permita a la Generalitat disponer de "la llave de la caja", es decir, el control sobre todos los impuestos y la "soberanía fiscal".

Según ha explicado la portavoz de ERC, Raquel Sans, la Agencia Tributaria de Cataluña, que ahora tiene un papel secundario, pasará a "gestionar, recaudar, liquidar e inspeccionar todos los impuestos" que se pagan en Cataluña, salvo los tributos locales.

Eso significa que la Agencia Tributaria de Cataluña gestionará el 100 % del IRPF, así como el impuesto de sociedades y el IVA que pagan los catalanes, aunque este modelo deberá implementarse paso a paso, empezando por la declaración de la renta de 2025, que en 2026 ya se recaudará en Cataluña.

El preacuerdo contempla "las modificaciones legales necesarias para Cataluña tenga la llave de la caja", lo que implica, según ha señalado Sans, la reforma de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), para que Cataluña "salga del régimen común" y pase a pagar al Estado por los servicios que presta, además de aportar una "cuota de solidaridad" interterritorial.

Este principio de acuerdo, que prevé asimismo crear un "consorcio" para ejecutar las inversiones del Estado en Cataluña, tiene el visto bueno del PSOE, ha remarcado Sans, que ha destacado que este modelo de "concierto económico solidario" satisface una "reivindicación histórica del independentismo para avanzar en soberanía fiscal".

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Otra de las patas del preacuerdo se refiere a la lengua: el Govern de Illa deberá crear un Departamento de Política Lingüística que desarrolle medidas de defensa del catalán, una de las promesas que había lanzado en campaña electoral el hoy president en funciones, Pere Aragonès.

Por ejemplo, según Sans, habrá que mantener el impulso del catalán en el ámbito audiovisual, garantizar la vehicularidad del catalán en las escuelas frente a la "ofensiva judicial", garantizar el uso de la lengua catalana en las actividades extraescolares y asegurar los derechos lingüísticos de los catalanohablantes en la sanidad.

La reivindicación de un referéndum de autodeterminación no estaba sobre la mesa de negociación con el PSC, pero sí se ha acordado la creación de una "convención nacional para la resolución del conflicto político".

Esta convención, ligada al Parlament, estaría presidida por un representante de ERC y permitiría a las fuerzas políticas catalanas plantear propuestas para resolver el "conflicto político".

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De darse las anteriores dos condiciones -un preacuerdo, luego validado por la militancia de ERC-, Illa tendría otro obstáculo por sortear: el retorno a Cataluña de Carles Puigdemont, que ha prometido que estará en el Parlament durante el debate de investidura.

Sobre el expresidente pesa una orden de detención nacional -tras no aplicársele la amnistía por el delito de malversación-, de modo que si vuelve a Cataluña puede acabar en prisión, añadiendo incertidumbre al momento político.